El Tri Sub-17 se dice listo para desafiar a la historia, quebrar cualquier signo de maldición y superar por primera vez a Alemania en un Mundial o competición importante para instalarse así en la final.
Relatos trágicos, quizá nueve de los episodios más tristes del futbol nacional en cualquier categoría y género de un Mundial, pues México sólo le ha podido arrancar un empate a un representativo teutón y no sirvió para avanzar, al caer en penaltis en la justa de 1986.
Mañana jueves, en la antesala de la final del Mundial Sub-17, se dictó que el Tri vuelva a enfrentarse a ese rival de pésimos recuerdos. Es necesario que los chavos borren la historia y escriban otra muy diferente en Torreón.
Toparse con los germanos es sinónimo de una dolorosa eliminación o derrota. Parece una eterna condena, que se busca revertir.
“La historia es historia y nada más. Hemos jugado contra tres europeos y hemos ganado. Nosotros no tomamos en cuenta los antecedentes, sólo nos vamos a enfocar en lo nuestro para ganar, porque sólo vemos un partido y es el de mañana”, afirma, el técnico del mini Tri, Raúl Gutiérrez.
Los europeos, fieles a su estilo, saben ser pacientes, ya que cuando no han podido vencer a México en el tiempo regular lo han hecho en tiempo extra o los fatídicos penaltis y cuando pueden aplastan sin clemencia.
La peor vergüenza que ha sufrido un equipo mexicano varonil en un Mundial se la propinaron los germanos con un lapidario 6-0 en la primera ronda de Argentina 1978, donde comenzó la condena para el Tri, que finalizó como el último lugar de esa justa.
Ocho años más tarde, Alemania se tomó la molestia de echar a México en su Mundial, en el que se creía que el Tricolor podría por fin despuntar y ser parte del selecto grupo de los cuatro mejores.
Era la Copa del Mundo de 1986, cuartos de final en el estadio Universitario de Nuevo León. Un agrio empate a cero envió el partido a penaltis, en el que finalmente se impusieron los hoy tres veces campeones del orbe.
La pesadilla nacional ante la Mannschaft regresó en los octavos de final de Francia 1998. Luis Hernández dio esperanza de quinto partido con un gol . Sin embargo, Jürgen Klinsmann empató para que luego Oliver Bierhoff inclinara la balanza 2-1 final.
La última derrota nacional a nivel mayor ante los germanos llegó en la Copa Confederaciones de 2005. En un duelo emocionante, el empate a tres mandó a tiempos extra y ahí, Michael Ballack dejó al Tri en el cuarto lugar del certamen (4-3).
En una justa juvenil, en el Mundial Sub-20 de Australia 1981, los alemanes —a la postre campeones— también vencieron por la mínima al combinado verde en la fase de grupos.
La jetatura se mantiene hasta en los certámenes femeniles, donde México jamás ha podido derrotar ni igualar con las alemanas en ninguna categoría (cuatro partidos).
Mañana se presenta una cita histórica, en la que se puede tomar venganza de todas las caídas sufridas ante Alemania. Todo está en los pies de los futbolistas del mini Tri y su deseo de ser
campeones en el Estadio Azteca y para quienes la historia pasada no existe.
Llegó la hora de demostrarlo.
