Este jueves por la tarde, desde el auditorio de la Facultad de Enfermería, el rector de la Universidad de Colima, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño impartió la conferencia “El liderazgo como agente de cambio para promover el desarrollo económico y social”, con la cual se inauguró el XII Simposio Nacional de Estudiantes de Economía.
El evento, organizado por estudiantes la Facultad de Economía de la UdeC, tiene como eje temático la “Política social y su impacto en el desarrollo económico”. En representación de la gobernadora del estado, Indira Vizcaíno Silva, asistió el secretario de Desarrollo Económico, Francisco Javier Rodríguez García.
Durante tres días, del 29 al 31 de mayo, las y los 135 estudiantes provenientes de 15 Estados de la República participaran en mesas de trabajo y conferencias en temas como: Evaluación de programas sociales, retos de financiamiento y sostenibilidad de las políticas públicas, impacto de la pobreza, desigualdad y empleo, y corrupción en los programas sociales. Además, habrá un concurso de conocimientos, y se llevará a cabo la primera Asamblea Nacional de Representantes y actividades culturales.
Anticiparse a las necesidades del entorno
Al inaugurar el evento, el rector dijo que, “como institución educativa valoramos que este evento sea organizado por estudiantes, que gestionan sus propios conocimientos y habilidades a través de la interacción con expertos y con sus pares. La participación en este tipo de ejercicios, así como en el análisis de los desafíos sociales y económicos actuales, es fundamental para el logro de nuestra misión de ofrecer una educación integral, pertinente y de calidad en el marco de una inclusión equidad y desarrollo sostenible”.
“Actividades como la que hoy iniciamos -dijo por último- fortalecen nuestra misión de promover el análisis crítico de la sociedad, con el objetivo de contribuir al desarrollo sostenible. Buscamos responder y anticiparnos a las necesidades del entorno a través del conocimiento universitario, integrando el arte, la ciencia, la tecnología y la innovación, todo ello en un marco de corresponsabilidad y compromiso social.”
Ir hacia lo social, más allá de la teoría
Francisco Javier Rodríguez deseó que estos días “sean de reflexión, de estudio y de análisis, pero sobre todo de proponer la transformación de los grandes problemas económicos, de los grandes problemas públicos que tenemos en todas las entidades del país y del mundo. Hoy nos convoca otro tema importante, que es el de revisar la política social y su vinculación, impacto o evaluación para el desarrollo económico y social”.
En ese sentido, destacó la importancia de este tipo de eventos “Estamos seguros de que ustedes, jóvenes, entienden perfectamente la teoría, pero sabemos que también podrán tener esa sensibilidad social que se necesita para que en el ámbito en el que se desempeñen generen propuestas, innovaciones y proyectos que transformen nuestras comunidades y nuestras sociedades”.
Agentes activos del cambio social
Vanessa Barbosa Quiñones, presidenta saliente de la Asociación Nacional de Estudiantes de Economía, destacó que la ANEE no es solo una organización estudiantil, “sino un movimiento que busca articular las voces de quienes, desde las aulas, analizamos, cuestionamos y proponemos soluciones a los desafíos económicos que enfrenta nuestro país. Es un espacio donde convergen ideas, se debate y se construyen propuestas que inspiran a una sociedad más justa, más equitativa, y por supuesto, más próspera”.
En un mundo globalizado y en constante cambio, comentó, “es imperativo que nosotros, como economistas, estemos preparados. Debemos convertirnos en agentes activos de nuestro propio aprendizaje, explorar más allá de los límites del aula, cuestionarnos, investigar y aplicar los conocimientos. Aprovechen este espacio para inspirarse en las experiencias de otros y para que podamos reafirmar nuestro compromiso con la educación continua y autodeterminada”.
Emanuel Villamor, presidente entrante de la ANEE, definió a la economía como “una herramienta poderosa que transforma la vida de las personas”. En ese sentido, señaló, “es aquí donde la política social juega un papel fundamental. La pregunta que nos convoca es cómo podemos construir políticas sociales más efectivas, equitativas y sostenibles que incluyan un verdadero desafío económico. Este desafío no sólo es una oportunidad para intercambiar ideas o conocimientos con expertos en la materia, sino también un espacio para que nosotros, como la próxima generación de economistas, asumamos nuestro rol en la construcción de soluciones innovadoras y realistas”.
Por último, resaltó que, a lo largo de estos días, analizarán, debatirán y reflexionarán en estrategias que puedan contribuir a un modelo de desarrollo más inclusivo. “Más allá de las fórmulas y concepciones, es una invitación a la acción, a que las reflexiones no se queden en estas salas, sino que se conviertan en propuestas, proyectos y eventualmente en políticas que impacten a nuestras sociedades y a nuestros estados”.
Para concluir, Julián Preciado Verduzco, coordinador general del simposio, comentó que este evento fue posible gracias a una formula fundamental: la unión de la sociedad civil, el gobierno y la academia. Destacó, además, que una política social “debe ser la respuesta estructural a las desigualdades, el desempleo, la pobreza; es el vehículo con la cual se pueden garantizar condiciones mínimas para todas y todos. Hoy, más que nunca, se necesita un pensamiento crítico, una visión analítica y compromiso ético, por lo que me congratulo de que gracias a la unión de esos esfuerzos, hoy podamos llevar a cabo este simposio”.
El liderazgo debe ejercerse, no sólo estudiarse
Como parte del programa de actividades, el rector Christian Torres Ortiz impartió la conferencia: “El Liderazgo como agente de cambio para promover el desarrollo económico y social”, en la que compartió una reflexión sobre liderazgo, formación e intercambio de ideas como pilares para el desarrollo económico y social.
Aseveró que el liderazgo se ejerce, no solo se estudia. “Lo vemos en las aulas, en los libros y en diversos espacios académicos. Sin embargo, más allá de estudiarlo o analizarlo, lo esencial es practicarlo. De nada sirve dominar teorías si no las aplicamos”. Comentó también que, al ejercer un liderazgo, hay que estar preparado para adaptarse constantemente al entorno, un entorno complejo, volátil e incierto. “Quien espere ejercer liderazgo en un ambiente controlado está equivocado: la realidad exige adaptación constante”.
Para poder enfrentar tal desafío, destacó que el bienestar integral es la base de un liderazgo efectivo. “Al asumir responsabilidades -como lo hacen muchos de los presentes-, es crucial mantener el equilibrio en todas las facetas de la vida: en lo físico, emocional, intelectual, ocupacional, social y financiero: Son dimensiones interconectadas que, aunque difíciles de balancear, son esenciales para un liderazgo sostenible”.
Añadió que, para un líder, la motivación y disciplina son un binomio indispensable. “La motivación es clave, pero insuficiente por sí sola. Suele ser efímera, influenciada por factores externos. En cambio, la disciplina -aunque menos glamorosa- es lo que sostiene el esfuerzo a largo plazo”.
Un líder no busca seguidores, sino cambiar realidades
Señaló que un líder auténtico no solo busca seguidores, sino cambiar realidades. “Para ello, debe tener rumbo claro; esto es, saber hacia dónde va y comunicarlo. Enfrentar desafíos, pues la volatilidad y la incertidumbre son constantes. Además, debe aprender a navegarlas, y sobre todo comprometerse. El liderazgo exige acción, no solo discursos”.
Christian Torres Ortiz destacó la importancia de saber delegar y empoderar a quienes forman parte del equipo de trabajo. “Ningún líder logra algo solo. Como líder, debes delegar y empoderar. Por ejemplo, en la Universidad de Colima confío en especialistas para decisiones técnicas. Si ellos proponen, yo respaldo. Equivocarse es humano, pero un equipo fuerte minimiza los errores”.
Respecto al desarrollo económico y social, señaló que ambos son inseparables, ya que no puede haber crecimiento económico sin justicia social. En este sentido, resaltó el papel de las universidades, pues definió a la educación como el gran igualador social. Por eso, los invito a que, desde sus espacios, promuevan el acceso a la universidad. La educación reduce desigualdades y es la base de un país más justo”.