TAREA PÚBLICA

SERVIDORES DEL PECADO

CARLOS OROZCO GALEANA

Recientemente pillaron a varios políticos propietarios de bienes inmuebles en el extranjero, como a Alejandra Barrales presidenta nacional del Prd, quien siendo una humilde aeromoza se convirtió en pocos años en dirigente sindical y de ahí en diputada y senadora para de un plumazo soltar un enganche de 14 millones de pesos en la adquisición de un departamento de lujo en Miami. Y más reciente aún, la PGR investiga a familiares de Josefina Vázquez Mota por beneficios obtenidos por empresas constituidas por sus parientes cercanos a los que derivaron recursos públicos. Por menos que eso, un candidato presidencial en Francia está hoy electoralmente en la lona.
Pero las bombas últimas son representadas por la aprehensión de Tomás Yarrington, el cuasi capo o capo que en sus tiempos de gobernador de Tamaulipas suspiró por ser presidente de México y quien fue atrapado por la Interpol cuando desayunaba plácidamente en Florencia, Italia, país donde se especula tenía aliados mafiosos poderosos. Y la otra, la captura del pillazo Javier Duarte, gobernador saqueador de Veracruz junto a decenas de cómplices que también deberán pagar por sus crímenes. Sin duda, servidores del pecado.

Previamente, se había hecho presente un alcalde famoso porque “ha robado poquito” y que ha sido descubierto por socorrerse a sí mismo con programas sociales; pero este malandrín, faltaba más, quiere ser gobernador de Nayarit, y si hacemos memoria no acabaré ni en mil cuartillas refiriendo cómo muchos hombres públicos se apropian de lo que no les pertenece en cuanto acceden al poder y tienen posibilidad de hacerlo. Piensan que el patrimonio del estado, el estado mismo, es suyo.

México es el paraíso de la impunidad. El que no tranza a otro pudiendo hacerlo es un vil tarado. Y el que roba es perspicaz. Por ello hay la filosofía de quienes ocupando un cargo gubernamental prefieren pasar como ladrones que como pen. . . itentes. “Es que hemos escogido a los menos peores para que gobiernen, no a los mejores, dijo el precandidato independiente a la presidencia Emilio Alvarez Icaza.

Vista la descomposición, el papa Francisco, que gusta de los temas peliagudos, ahora que estamos en cuaresma ha convocado a “políticos, empresarios y religiosos corruptos” a pedir perdón por sus delitos y a que devuelvan lo robado. Se lee en chino, ¿verdad?

Deben devolver el fruto de la corrupción los que se hayan apoderado de recursos públicos, si no es así el perdón no funciona, dijo el Papa. Actualmente, solo se prohíbe ocupar cargos públicos por un tiempo determinado a quien comete faltas contra el erario, o cuando más se le amonesta cuando lo que se merece es cárcel. Estas leyes tienen que cambiar, particularmente la Ley de Amparo de la que todo mundo abusa para salirse con la suya.

Contrariamente a lo que pasa en México, en otros países, como los asiáticos y algunos sudamericanos y europeos, sí se aplican las leyes en forma drástica.

A Sarkozy en Francia, se le detuvo para investigarlo; en Brasil han encarcelado como a diez ministros por corruptos y el caso Adebrecht sigue adelante; Silvio Berlusconi está cumpliendo actualmente una sentencia judicial trabajando para personas enfermas, y el cuñado del rey Felipe de España, Iñaki Undagarín, fue condenado por sus actos corruptos y firma al menos cada semana en un juzgado. Algo es algo, dicen los españoles. Y también traen del chongo al presidente Mauricio Macri, al expresidente brasileño Lula da Silva, y un juez hace deberes contra Cristina Kirshner.

Que se entienda bien esto: La gente está enardecida porque la mayoría de gobernantes gastan el dinero como si fuera suyo. En su locura, piensan que el patrimonio del estado les pertenece. Por ello, los corruptos no tendrán el perdón de la sociedad jamás, y menos el divino. Y como no devolverán lo robado, irán entonces al infierno sin tocar baranda. No basta que se den golpes de pecho esta cuaresma, sino que devuelvan lo que se han llevado. Ni más ni menos.