Colima.- Descompuestos, chocados y con las llantas ponchadas, los vehículos que alguna vez funcionaron como taxis incluyentes permanecen guardados dentro de las instalaciones del DIF estatal.
De los 15 vehículos autorizados durante los gobiernos de Silverio Cavazos (10) y Mario Anguiano (5), sólo funcionan siete, así lo informó Francisco Pérez Medina, director del Instituto Colimense para la Discapacidad (Incodis), en entrevista con esta agencia.
“Hay algunos que ya no están dando el servicio por descomposturas o percances viales que tuvieron y que se encuentran en procesos legales para determinar que se pueda realizar la reparación de los mismos”.
Los vehículos, señala, fueron adquiridos en dos licitaciones públicas nacionales por una inversión aproximada de 6 millones de pesos. El recurso fue puesto por el Gobierno del Estado y los vehículos se entregaron en comodato a los 15 concesionarios.
El objetivo era que fueran operados por y para personas con discapacidad, de manera que se generara empleo para este sector y además se brindara un servicio integral a las personas con discapacidad.
Estos vehículos, marca Peugeot y Toyota, cuentan con especificaciones para atender a personas con discapacidad, como una rampa y espacio para introducir a una persona en silla de ruedas.
El problema, señala el funcionario, es que las reparaciones de los vehículos han resultado incosteables para la cooperativa de taxis integrada por personas con discapacidad, lo que ha llevado a que permanezcan guardados.
Además, las concesiones que se entregaron no existen actualmente en la Ley de Movilidad, por lo que se trabaja en coordinación con la Secretaría de Movilidad para resolver esta situación.
“La Secretaría de Movilidad está con toda la disposición para ayudarles a echarlos a andar, pero tiene que ser regularizado, no pueden estar en un escenario de que no esté bien el vehículo y la cooperativa trabajando, es la observación de la secretaria”.
Los miembros de la cooperativa, informó, hicieron hace varios años un depósito por 151 mil pesos para el registro de las concesiones, sin embargo, el proceso no se ha logrado y el recurso permanece en resguardo de la Secretaría de Finanzas.
“Los vehículos están parados, no los estamos escondiendo, están en un proceso legal para ver qué pasa con ellos, están buscando la forma de que se regularicen sus concesiones, no han estado inscritas aunque se hizo el pago y la solicitud”.
Pérez Medina señala que una de las posibilidades es encontrar un esquema en que los concesionarios adquieran sus propias unidades, y las que están actualmente en comodato, sean vendidas o subastadas, pues ya cumplieron la vida útil de un taxi.
Se prevé que el proceso para definir qué ocurrirá con las unidades y el proyecto, tarde al menos un mes más.
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