Tras casi cinco años de vida, el polémico proyecto de un muro virtual que buscaba asegurar la frontera de Estados Unidos con México y contener el flujo de la inmigración indocumentada fue sepultado ayer por la secretaria de Seguridad Interna (DHS), Janet Napolitano.
El fracaso del plan —que según los reportes internos de DHS y de la oficina de rendición de cuentas del gobierno (GAO) nunca cumplió con los objetivos marcados y se había convertido en un saco sin fondo presupuestario—, no ha dejado alternativa a la administración Obama, que ayer mismo confirmó su cancelación definitiva a los integrantes del comité de seguridad nacional de la Cámara de Representantes.
“El programa de SBInet no puede cumplir por sí solo su objetivo original de ofrecer una solución tecnológica única e integrada”, dijo Napolitano en un comunicado. Por ello, el “DHS seguirá una nueva ruta para asegurar la frontera sur” con México. La funcionaria adelantó así la reconfiguración de los planes que tomarán algunos elementos del proyecto original del muro virtual, nacido durante los años de la administración de George W. Bush, para perfeccionarlos, ajustarlos a las necesidades de cada sector fronterizo y combinarlos con otras medidas que ya han demostrado su eficacia a la hora de incautar drogas o reducir sustancialmente el paso de los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente.
“El nuevo plan utilizará la tecnología ya probada y existente, ajustada a las necesidades del terreno y a la densidad de cada región fronteriza”, dijo Napolitano al destacar el reforzamiento de equipo y más de 20 mil elementos de la Patrulla Fronteriza que ya se encuentran operando bajo la nueva estrategia de seguridad fronteriza aprobada por la administración Obama.
El proyecto del muro virtual, que ya había consumido más de mil millones de dólares —de los 2 mil millones contemplados inicialmente y de los casi ocho mil millones de dólares que llegaron a cotizarse hacia fines del 2009—, se había convertido en motivo de constantes disputas entre demócratas y republicanos y en la muestra más evidente de la imposibilidad de sellar la frontera con México.
“El programa SBInet ha sido una decepción grave y costosa desde su creación”, consideró el representante Bennie Thompson, un legislador demócrata de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara Baja, en un comunicado en el que felicitó a Janet Napolitano por la cancelación del proyecto tras un año de audiencias e informes elaborados por el DHS y por la GAO en los que se ha recomendado su cancelación tras haber quedado patente “su escasa eficacia y su inviabilidad económica”.
La complacida reacción de los demócratas contrastó, sin embargo, con el airado rechazo de los republicanos, que ayer mismo criticaron el retraso del gobierno a la hora de anunciar, primero, la moratoria del proyecto y, posteriormente, la cancelación definitiva del polémico plan sin haber ofrecido un plan alternativo. “Esto refleja la falta de urgencia de la administración Obama para asegurar la frontera con México”, consideró Peter King, republicano por Nueva York y presidente del Comité de Seguridad Interna de la Cámara Baja.
El muro virtual en la frontera con México formaba parte del proyecto denominado SBInet (Secure Border Initiative), una estrategia global de vigilancia fronteriza altamente tecnificada desarrollada tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. El proyecto original, que la empresa Boeing prometió completar en 2011, contemplaba la colocación de hasta mil 800 torres de vigilancia equipadas con sofisticados sistemas de seguridad electrónica a lo largo de determinados tramos en la frontera con en Arizona.
A diferencia de sus competidores, Boeing no basó su oferta de vigilancia en el uso generalizado de vehículos aéreos o terrestres no tripulados, que son los que al final se han impuesto como uno de los más eficaces sistemas de vigilancia a lo largo de la frontera.
Según cifras del DHS, actualmente se encuentran desplegadas 38 unidades de vigilancia móvil, más de 130 aviones y helicópteros y cinco equipos de vuelos no tripulados que operan desde California hasta Texas.
Con información de EL Universal.