Colima.- El representante en Colima de la Oficina de Servicios Federales de Apoyo a la Educación (Osfae), Adán Blanco Campos, defendió la Reforma Educativa y arremetió contra el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al asegurar que la educación no se privatizará ni se pone en riesgo la condición laboral del magisterio.
“Son argumentos muy endebles, se equivoca el SNTE, en el caso de la escuela privada el artículo tercero es muy claro y no sufren modificación las líneas en donde establece que la educación que imparta el estado seguirá siendo laica, gratuita y obligatoria”.
Y agregó: “En cuanto a que perderán su condición laboral, en este país ninguna ley es retroactiva y solo es retroactiva si beneficia a los trabajadores, por lo que los trabajadores de la educación pueden estar seguros que las leyes mexicanas protegen a quienes ya están en servicio”.
Sobre la palabra Permanencia que hace ruido al SNTE, explicó que está muy bien definida en qué casos deben utilizarse.
En diciembre pasado el Consejo Nacional de Autoridades Educativas integrado por titulares de la Educación en cada estado y el titular de la SEP, Emilio Chuayffet, firmaron un documento que garantiza la permanencia en el servicio de los trabajadores de la educación.
“Entonces el argumento que puedan perder su empleo también es una falacia, se equivoca el SNTE al utilizar esos argumentos, no son válidos”.
Explicó que la escuela pública pierda su efectividad también es un argumento equivocado, las leyes mexicanas, estipulan que la educación será gratuita; mientras que con la nueva reforma educativa, elevada a rango constitucional, se faculta a los padres de familia para hacer gestiones de beneficio a la escuela.
Explicó que La reforma educativa se eleva a rango constitucional y ya está aprobada por las dos cámaras de diputados y senadores, por la mayoría de los congresos y sólo falta que se formalice su publicación en el diario oficial para que entre en vigor y se aplique.
“Los amparos contra la reforma educativa no surtirán efecto. Si los amparos van contra la reforma laboral, es un amparo que no tiene fondo ni sentido y seguramente las instancias legales las desecharán porque no tiene razón de ser”.
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