Es importante conocer cuál es nuestro punto de saciedad, tener una adecuada alimentación y evitar la ingesta excesiva de comida, ya que esto tiene repercusiones negativas sobre la salud.

La nutrióloga de la Secretaría de Salud de Jalisco, Sigrid Pimentel Martín, detalló que el exceso de comida, al no ser utilizado por el organismo, casi siempre se convierte en grasa que se acumula en algún lugar del cuerpo, frecuentemente en la región estomacal, pero también en los brazos, piernas, nalgas, cadera, pechos, cuello, hasta en la cara.

«Hoy día, el comer de forma excesiva es algo común entre la humanidad, generado principalmente por el acelerado ritmo de vida, aunado a situaciones como estrés, malos hábitos y conductas alimentarias, falta de sueño y de actividad física, entre otras más”.

Diferencia entre satisfecho y lleno

· Satisfecho: Se refiere a saciar una necesidad o deseo, es un nivel en donde ya no existe la inmediata necesidad de comer, sin embargo la mayoría de las personas siguen comiendo.

· Lleno: Ocupado por completo, no se puede comer nada mas, ya que nos produciría asco e incluso puede existir la sensación de daño, provocando gases y agruras.

“Debemos trabajar en dos puntos importantes como es el aprender a escuchar nuestro cuerpo y aprender a no ‘llenarlo’, preguntándonos con honestidad si en realidad todavía tenemos hambre o ya no. Tenemos que acostumbrarnos a comer conscientemente menos. Esto es posible, aunque suele ser un proceso lento”.

“Con lo anterior recuperaremos buena parte de la salud y ciertamente muchas cosas más que van asociadas como el estar más ligero, poder hacer más ejercicio, descansar y dormir mejor, estar más despierto y ágil mentalmente, no tener problemas estomacales o gástricos, estar y vernos más delgados y sobretodo sentirnos más felices y contentos”.