Tras los enfrentamientos con hombres armados que derivaron en la muerte de cinco personas en Michoacán, el gobierno de México reforzó el operativo de seguridad en el estado «con la participación de todas las fuerzas federales», dijo el vocero gubernamental en materia de seguridad, Alejandro Poiré.
En un mensaje a los medios, Poiré señaló que la forma en que han reaccionado desde la noche del miércoles presuntos miembros del grupo delictivo de La Familia Michoacana «sugiere que se ha ubicado y persigue muy de cerca de liderazgos del más alto nivel» y que la organización «ha sostenido bajas significativas, entre ellas posiblemente el fallecimiento de uno de sus líderes».
No obstante, dijo que se trata de «información preliminar aún no confirmada».
El portavoz informó de que «la operación continúa», particularmente en el municipio de Apatzingán, donde la noche del miércoles supuestos integrantes de La Familia Michoacana atacaron a policías federales y bloquearon vialidades con vehículos incendiados.
Los tiroteos y bloqueos siguieron a lo largo de este jueves en Apatzingán, Zitácuaro y Morelia, la capital estatal.
En total han muerto cinco personas —tres civiles y dos agentes federales— y al menos otras cuatro han resultado heridas.
Michoacán, que cuenta con costas en el Pacífico a las que han llegado embarques de cocaína y material para drogas, es enclave del peligroso cartel de La Familia Michoacana.
Este grupo y otros cárteles de la droga se disputan el control de rutas hacia Estados Unidos así como plazas locales. Sus métodos para eliminar a rivales son crueles, pues exhiben a sus víctimas decapitadas, quemadas o colgadas.
El gobierno de México rechazó a principios de noviembre pactar con bandas del crimen organizado, horas después de que se difundiera un comunicado, supuestamente emitido por La Familia Michoacana, en el que éste ofrecía disolverse a cambio de que las autoridades federales garantizaran la seguridad del estado de Michoacán.
Con información de CNN.
