Pueden carreras de humanidades contribuir al desarrollo sostenible: Eduardo Monroy

Como parte de los trabajos de la Reunión Semestral de la Red Nacional de Escuelas y Facultades de Filosofía y Humanidades que se realiza en la Universidad de Colima, Carlos Eduardo Monroy Galindo, coordinador general de docencia de esta casa de estudios, expuso algunas reflexiones sobre la importancia de actualizar los planes de estudio del área de humanidades y analizar qué acciones se pueden realizar al respecto, contrario a la idea, dijo, de que los cambios ocurren con el transcurrir el tiempo.

Dijo que, particularmente el área de humanidades presenta problemas adicionales, ya que la mayoría de las carreras son de poca demanda, requieren profesores y bibliografía muy especializada, se convierten en carreras caras y no figuran en los planes de desarrollo regional y nacional.

Al ser las humanidades un campo tan particular, añadió, “es necesario pensar en las actualizaciones y planes de estudio para saber cómo los estudiantes del área pueden contribuir a una tendencia mundial, ya señalada por la UNESCO, en donde la Educación para el Desarrollo Sostenible tiene un papel esencial: crear un mejor mañana para todos, hoy”.

Al respecto, señaló que la universidad, “como custodia y promotora de nuevo conocimiento, vive entre la tradición e innovación, el incremento de las Instituciones de Educación Superior (principalmente las privadas), la masificación de la educación en sus aulas físicas y virtuales y la crisis de confianza hacia los profesionales (pertinencia social)”.

Exigencias educativas del nivel superior, añadió Monroy Galindo, “como son los requerimientos de nuevas competencias profesionales, la actualización, educación para la construcción de una ciudadanía global y educación para el desarrollo sostenible, junto con los objetivos del desarrollo sostenible, hacen necesario replantear los planes de estudio”, aseguró el académico.

Es importante saber cómo podemos contribuir desde estas áreas, dijo, “al fin de la pobreza, a la salud y el bienestar, hambre cero, educación de calidad, igualdad de género, acción por el clima, ciudades y comunidades sostenibles y paz y justicia como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde un enfoque antropológico, lingüístico y literario”.

Además, comentó, la mayoría de universidades ha declarado que trabaja sobre todo por la responsabilidad social universitaria, “y esta acción será el reto más importante de las profesiones de esta área, para mostrar cómo trabajar desde dicha perspectiva”.

Finalmente, señaló que una práctica frecuente en la actualización curricular es ajustar las materias y contenidos, cuando todos los procesos de planeación curricular deben iniciar con el análisis profesional y ocupacional, necesidades de los alumnos, avances disciplinarios, estándares profesionales, políticas institucionales, así como datos del sector productivo, y “la combinación de los elementos mencionados es suficiente para la modificación de los planes de estudio a fin de asegurar que los alumnos sepan muy bien de su área y cuenten con un perfil relativamente flexible que les permita trabajar en cosas paralelas o relacionadas”.