Colima.- Los profesores investigadores Antonio Montesinos López, de la Facultad de Telemática, y Emeterio Franco Pérez, de la Escuela de Mercadotecnia, en pocos días concluirán un estudio sobre alimentos transgénicos, el cual calificaron de gran relevancia para la investigación en Ciencias Sociales que realiza la Universidad de Colima.
La investigación “Percepciones y actitudes hacia los transgénicos en México”, fue aprobada en 2014 para recibir financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), a través de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), por tres millones 528 mil 950 pesos.
De enero a la fecha, ambos diseñaron y aplicaron un instrumento de medición (encuesta) para conocer cuáles son estas percepciones y actitudes de la población urbana mexicana sobre la producción y consumo de los organismos genéticamente modificados. En las diferentes etapas de este proyecto, participaron alumnos de diversos planteles universitarios.
“Para conocer las percepciones, preguntamos a 14 mil 720 personas distribuidas en todo México; 350 de las encuestas las aplicamos a líderes sociales y académicos, promotores y detractores, para obtener una radiografía más clara de dichas percepciones”, explicó Franco Pérez, doctor en Administración por la Universidad de San Luis Potosí que labora en la Universidad de Colima.
A través de la encuesta obtuvieron información de qué tanto se conoce el tema de los alimentos transgénicos entre la población, beneficios y riesgos percibidos, confianza en la tecnología genética y aspectos religiosos, entre otros datos.
“Con esta información, analizamos lo que piensa y cree la gente, si está dispuesta a comprar, consumir o rechazar tajantemente alimentos transgénicos”, explicó el doctor en Estadística por la Universidad de Nebraska, Antonio Montesinos, también investigador de la Universidad de Colima.
Montesinos López aclaró que un Organismo Genéticamente Modificado (OGM) o transgénico, es un ser vivo (planta, animal o microorganismo) creado artificialmente con técnicas de ingeniería genética, al que se le insertan uno o más genes de otras especies como virus, bacterias, plantas, animales e incluso de humanos.
Ejemplificó que si una planta es vulnerable a cierto tipo de plaga, se le implanta el gen de otro ser vivo resistente a ésta, para obtener una versión modificada de la planta original.
El proyecto fue propuesto y elaborado por Antonio Montesinos para una convocatoria específica de CONACYT. Fue evaluado y, cuatro meses después, les dieron el presupuesto. Consideran que al gobierno le interesa saber qué piensa la gente sobre esto y, con base en ello, redireccionar ciertas políticas.
Sobre el tema del rechazo y la aceptación de los alimentos transgénicos, Montesinos López expresó que “una tecnología siempre tiene sus pros y contras, pero ésta seguirá su curso; no obstante, es necesario que se destinen más recursos a la investigación de los efectos colaterales para tener una evidencia científicamente aceptable de que muchos de esos productos no nos provocarán problemas”.
A unos días de entregar el análisis y presentarlo ante CONACYT, ambos docentes agradecieron el apoyo de sus estudiantes Francisco Luna Vázquez y Yair Cosío Escoto (Telemática), Ignacio Licea Panduro (Contabilidad y Administración), Érika Cruz Eng y Daniela Fluchaire Olmos (Mercadotecnia), para la realización de este proyecto.
Después de la entrega ante el consejo nacional, los profesores podrán compartir mayor información. Adelantaron que editarán un libro con los resultados de su trabajo, en el cual ya se encuentran trabajando. BP
