“La necesidad de reforma ha llegado a un punto crítico», dijo Wen en conferencia después de una sesión del Congreso Nacional del Pueblo, en Beijing. “Sin una reforma política exitosa, es imposible que China instituya totalmente una reforma económica y las ganancias que hemos logrado en estas áreas podrían perderse (…) y tragedias históricas como la Revolución Cultural podrían volver a ocurrir”, dijo.
Wen aseguró que aún quedan por eliminar residuos del feudalismo y de la Revolución Cultural, que estalló en 1966 contra los sectores reformistas del Partido Comunista, a quienes los partidarios de Mao acusaron de traicionar la revolución y de entregarse al capitalismo.
“La reforma sólo puede ir hacia adelante y no debe paralizarse, mucho menos ir hacia atrás porque eso no ofrece una salida”, aseguró el encargado de la política interior china.
China ha crecido a tasas cercanas al 10% en los últimos años, en buena medida debido a su apertura económica, expresada en recepción de inversiones extranjeras y eliminación de aranceles. Es el país en vías de desarrollo que atrae el mayor volumen de capital extranjero, y el segundo en el mundo después de EU.
Sin embargo, la desigualdad social, la falta de credibilidad y la corrupción han crecido a la par de la economía, aseguró Wen este miércoles, por lo que apeló al “sentido de responsabilidad” de los miembros del partido.
“Estoy totalmente seguro de que para resolver estos problemas, debemos impulsar tanto reformas económicas estructurales como reformas políticas estructurales, en particular las reformas en el sistema de liderazgos del partido y del país”, dijo.
“Creo que la democracia china se desarrollará paso por paso, de acuerdo con las circunstancias nacionales y la tendencia es imparable para cualquier fuerza”, aseguró.
Wen Jiabao, quien ha señalado la necesidad de reformas estructurales en varias ocasiones durante los últimos años, dejará su puesto en el Partido Comunista junto con el presidente Hu Jintao en octubre próximo. En marzo de 2013 también dejarán sus cargos en el gobierno.
Está previsto que Xi Jinping, actual vicepresidente, se convierta en el próximo líder del Partido Comunista de China a finales de año. Xi, de 58 años, destaca por su formación económica y en febrero ya viajó a la Casa Blanca para comenzar a definir la relación bilateral.
Con información de CNN
