Manzanillo.- El verano es una de las temporadas más importantes en materia turística para el puerto colimense, pero los prestadores de servicios piden convertir a Manzanillo en un destino permanente y no solo de temporada.
Playas como La Boquita, Miramar y la Audiencia suelen registrar afluencias masivas en ciertos días mientras que otras, apenas si notan un repunte en sus ventas tales como San Pedrito, Santiago o El Tapo de Ventanas.
Sin embargo los prestadores de servicios de estos puntos coinciden en que Manzanillo puede y debe ser un destino permanente y no de temporada como hasta ahora.
Entrevistado al respecto Salvador Zarate, representante de los ramaderos de La Boquita, indicó que ésta es una de las más visitadas en la entidad; estimó que en temporada alta se registran hasta 900 visitantes por jornada cifra que aunque queda distante de los llenos que se registran en Semana Santa significan una buena oportunidad para este sector.
Una de las principales problemáticas de este balneario es su acceso; la playa está ubicada a casi 2 kilómetros del boulevard y en algunos de sus tramos la vialidad es terracería por lo que suele verse muy afectada en épocas de lluvias.
Por su parte los comerciantes de La Audiencia, la primera playa certificada del estado, esperan alcanzar cifras cercanas a los llenos.
Ahí de acuerdo a Bernardo Martínez, líder de los ramaderos, poco más de 700 personas por día acude a este sitio.
Su principal atractivo es ser el primer balneario con perfil ecoturístico; la desventaja es lo reducido de sus espacios. Aún así consideran que este año pudiera haber un incremento en afluencia y derrama debido al galardón obtenido este año.
Caso contrario viven los ramaderos de El Tapo de Ventanas, un sitio netamente popular al que solo acuden bañistas que residen en la ciudad, especialmente en la zona centro.
Ahí en sus mejores días suelen atraer hasta 100 visitantes señaló Andrés Rocha, representante del gremio, quien sostuvo que ésta le falta promoción y atractivos. Narró que desde hace años han solicitado apoyo en este concepto y este ha llegado a cuentagotas.
No obstante todos ellos coinciden en que Manzanillo tiene el potencial para convertirse en un destino permanente. Y es que expusieron que las mejores cifras nuestra ciudad las alcanza en fechas específicas como Semana Santa, el periodo vacacional de diciembre y el Verano. Fuera de ello la temporada baja se alarga demasiado.
En este último concepto coincidieron David Ortega, dirigente estatal de la CROC, y Víctor Martín del Campo, representantes de los empresarios hoteleros del municipio, quienes indicaron que para lograr ese cometido la ciudad no sólo debe reforzar la diversidad de atractivos sino incrementar las campañas de promoción y ampliar el número de vuelos o corridas de autobuses pero, más aún –señalaron- incrementar la conexión de este tipo con ciudades más allá del Bajío mexicano.
Mientras tanto Víctor Martín de Campo estimó que la ocupación en los grandes hoteles de la ciudad en esta época pudiera alcanzar el 80 por ciento de su capacidad y mejorar las cifras del mismo periodo del año pasado debido, entre otros factores, a la intensificación de una campaña de promoción del destino en diferentes plazas del país.
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