Ponerse a dieta no es dejar de comer: IMSS

Colima.- Una dieta equilibrada es particular de cada individuo y se adapta a su sexo, edad, peso y situación de salud. No obstante, existen diversos factores (geográficos, sociales, económicos, patológicos, etc.) que influyen en el equilibrio de la dieta, informó la Jefa del departamento de nutrición y dietética del Hospital General de Zona No.1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Vianey Cruz García.

A lo largo del tiempo, refirió, se ha relacionado que seguir una dieta o régimen alimenticio significa que el individuo dejará de comer, o bien, que ingerirá cantidades muy limitadas de alimentos para poder obtener un fin esperado.

Al contrario de estas creencias, el seguir una dieta, se refiere a que se debe de obtener una equilibrada incorporación de nutrientes a nuestro organismo, siendo fundamental su cumplimiento para el desarrollo de la vida y de las actividades cotidianas.

Cruz García, explicó que una dieta es la cantidad de alimentos y bebidas que se le proporciona a un organismo en un periodo de 24 horas, sin importar si cubre o no sus necesidades de nutrición.

En resumen, es el conjunto de nutrientes que se absorben después del consumo habitual de alimentos.

La dieta se considera equilibrada si aporta los nutrientes y energía en cantidades tales que permiten mantener las funciones del organismo en un contexto de salud física y mental.

Se utilizan para el tratamiento y prevención de diversas patologías (dietoterapia) y para adaptar la alimentación a diversas situaciones fisiológicas.

El realizar cinco tiempos de comida trae muchos beneficios para la salud ya que de esta forma se conserva un nivel constante de energía lo que evita el agotamiento, mejora la digestión, se evita la gastritis, se logran mantener los niveles de azúcar en sangre normales, disminuye la ansiedad por los alimentos y mejora la concentración.

La especialista en nutrición recordó que el cuerpo necesita consumir constantemente energía y por ello requiere que de “combustible” para que su funcionamiento sea lo más óptimo posible.

Siel organismo no recibe ese “combustible”, comienza a almacenar grasa como fuente de energía para prevenir futuros períodos de necesidad.

Asimismo, el omitir tiempos de comida aumentará la sensación de hambre y puede ocasionar un consumo de alimentos de forma compulsiva con una inadecuada selección de alimentos, lo que también favorece el aumento de peso y grasa corporal.

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