Pide académica que mujeres sean actoras de sus derechos

“En cien años hemos pasado de que alguien más decida por las mujeres, a que sean ellas quienes decidan sobre su propio cuerpo; sin embargo, esto no ha sido sencillo”, dijo Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara, académica de la Universidad Autónoma de Nayarit, durante su conferencia “¿De qué humanos son los derechos humanos? Disimulo o simulación en los derechos humanos de las mujeres”, impartida en el marco del Ciclo de Conferencias del Seminario de Estudios de Género.

De acuerdo con investigadora, “los derechos humanos han sido pensados desde una episteme masculina; es decir, es el varón quien es sujeto de derechos, no las mujeres. Por eso, el discurso político está elaborado siendo simbolizado y es funcional para los varones”.

Por ejemplo, mencionó que, en la década de los setentas, “si un hombre violaba a una joven y se casaba con ella, no había delito que perseguir, porque las mujeres no tenían derecho sobre su cuerpo; además, el delito no era hacia la muchacha sino a los varones, porque se ofendía el honor del papá de la muchacha”.

Durante la Revolución Mexicana, añadió, las mujeres salieron a ayudar al ejército “porque necesitaban quién les diera de comer, lavar la ropa, pero cuando termina la lucha se les da una cuota de poder a los generales, a los campesinos y los trabajadores, pero a las mujeres se las regresa a casa, y desde la Constitución”.

Desde este punto, dijo Pacheco Ladrón de Guevara, se concibe al varón como el ser humano, quien es poseedor de los derechos, y no la mujer, de ahí que la crítica feminista abogue por una ciudadanía desde los cuerpos, en la que no se les encasille como quien está a cargo de las labores del hogar y la crianza de los hijos.

“Se las debe sacar del rol de la procreación y del cuidado, como si las mujeres sólo fueran matriz, ovulo y ovarios. Se trata de sacar la sexualidad de ese parámetro para tener derecho a la vida sexual, para que ella decida con quién casarse, si quiere o no tener hijos. Que las mujeres sean actoras de sus derechos”.

Si bien argumentó que ya se ha dado pasos en este sentido, como en la convención de Viena de 1993, donde exigen que se reconozcan los derechos de las mujeres y niñas, o bien en algunos cambios de las leyes de México, se debe mantener la lucha, dijo, para que sea desde las leyes o instrumentos jurídicos donde se les garanticen los derechos, tanto públicos (electorales) como privados (a decidir sobre su cuerpo).

Pero sobre todo, dijo, al derecho de tener una vida en paz, “porque vivir en un ámbito de violencia cancela todos los derechos. Hasta hoy podemos ver cómo la violencia se convierte en una reproducción de la subordinación de las mujeres”.

El Ciclo de Conferencias del Seminario de Estudios de Género es organizado por el Instituto Colimense de las Mujeres (ICM), a cargo de Mariana Martínez, por el Centro Universitario de Estudios de Género (CUEG), que dirige Azucena Evangelista y