¿Crees que los relojes inteligentes tienen una pantalla muy pequeña? Pues un equipo de ingenieros alemanes tuvo la gran idea de colocar pantallas en las correas para aumentar el espacio de la interfaz. Los detalles serán presentados en este paper en la conferencia internacional CHI 2020.
Problemas
La mayor queja entre los usuarios de relojes inteligentes es que la pantalla de estos dispositivos suele ser demasiado pequeña. A menudo existen demasiadas complicaciones cuando se quieren hacer pequeños toques en la pantalla.
Dado que incrementar el tamaño de la pantalla tiene un límite claro, los ingenieros encontraron una forma de resolver este problema: agregando pantallas a las correas.
El reloj
El equipo de la Universidad Técnica de Dresde, bajo el liderazgo de Raimund Dachselt, instaló correas caseras con pantallas en tinta electrónica o una matriz OLED monocromática. Además, los ingenieros también implementaron el control del reloj y pantallas adicionales a través de una computadora externa.
Los desarrolladores han propuesto muchos conceptos de interfaz diferentes. Por ejemplo, en algunos casos, se pueden usar pantallas adicionales como una continuación completa de la pantalla. En otros, los autores sugieren mostrar información breve sobre ellos, como un título en la lista, y mostrar detalles en la pantalla central.
Un pequeño estudio a voluntarios mostró que, en general, las personas se adaptan con facilidad a este tipo de relojes inteligentes pero que tienen dificultad cuando la pantalla continúa de una correa a la otra. Además, a la mayoría de los voluntarios les gustaba interactuar con prototipos con una pantalla OLED a color.
El desarrollo de la tecnología en relojes inteligentes parecía haberse quedado estancado en los últimos años. Sin embargo, esfuerzos como el de Matrix Industries prometen otorgar al mercado un reloj inteligente con una pantalla a color que recibe energía de un panel solar y un generador termoeléctrico. Otras compañías presentan relojes híbridos en el que además de tinta electrónica, también usan manecillas.
Adrian Díaz
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
