El presidente Felipe Calderón, acompañado de su esposa Margarita Zavala, visitó ayer por la tarde San Martín Texmelucan, Puebla, donde evaluó los daños ocasionados por la explosión de ductos de Pemex registrada la madrugada de ayer, y ordenó una exhaustiva investigación para deslindar responsabilidades y aplicar todo el peso de la ley a los responsables.
En su recorrido, el primer mandatario también supervisó las acciones de atención a los heridos y damnificados, así como las acciones de protección civil.
Antes de su gira al sitio del siniestro, el presidente de la República indicó que, «dado que los resultados preliminares de los análisis técnicos de Pemex sugieren que el incidente derivó de una toma clandestina», se llevará a cabo una profunda investigación, advirtió.
En su recorrido, el jefe del Ejecutivo visitó el Hospital de la localidad, para dialogar con los heridos y sus familiares, a quienes expresó su aliento y el compromiso de su gobierno de acompañarlos en estos momentos difíciles.
Ahí mismo, el presidente de la República ofreció a los afectados todo el apoyo necesario para que pronto puedan salir adelante de esta lamentable tragedia.
Más tarde, el primer mandatario recorrió el albergue donde se encuentran las familias que fueron desalojadas de la zona de la explosión; ahí escuchó sus preocupaciones e instruyó a las autoridades encargadas a que se les proporcione el cobijo necesario, la comida suficiente, así como atención médica.
El titular del Ejecutivo y su esposa Margarita Zavala dialogaron con las personas afectadas y escucharon sus peticiones.
El presidente Calderón reiteró el apoyo de su gobierno y les pidió mantener el ánimo para superar, juntos, este trágico desafío.
Finalmente, el presidente de la República dialogó con las autoridades federales y locales encargadas de la seguridad para que se mantenga una permanente vigilancia en las calles, con el propósito de proteger el patrimonio de las familias que por el momento tuvieron que dejar sus hogares.
El Presidente reconoció la oportuna intervención de los trabajadores de Pemex y de Protección Civil, así como el apoyo de las autoridades estatales, municipales y del Ejército Mexicano, cuyo trabajo conjunto permitió, dijo, controlar el incendio y evacuar a los habitantes de la zona a lugares más seguros, a fin de evitar que la tragedia fuera aún mayor.
Con información de Crónica.
