Estados Unidos.- Los niveles de los principales gases de efecto invernadero de larga duración, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) han alcanzado niveles récord, revelaron los informes de brecha de emisiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

La última vez que la atmósfera de la Tierra contenía 400 partes por millón de CO2 fue hace unos entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura media global de la superficie era de 2 a 3 grados más cálida que hoy.

En 2018, la concentración global de CO2 fue de 407.8 partes por millón (ppm), 2.2 ppm más que en 2017. Los datos preliminares de un conjunto de sitios de monitoreo de gases de efecto invernadero para 2019 indican que las concentraciones de dióxido de carbono están en camino de alcanzar o incluso superar 410 partes por millón para finales de 2019.

En 2017, las concentraciones atmosféricas promediadas a nivel mundial han llegado a casi el triple de lo niveles preindustriales.

Las emisiones de carbono

Las emisiones de dióxido de carbono crecieron un 2 por ciento y alcanzaron un récord de 37 mil millones de toneladas en 2018. Hasta el momento no hay señales de que habrá un récord en este año.

Las tendencias económicas y energéticas actuales sugieren que las emisiones serán al menos tan altas en 2019 como en 2018. Se espera que el PIB mundial crezca al 3.2 por ciento en 2019, y si la economía global se descarboniza al mismo ritmo que en los últimos 10 años, eso aún conduciría a un aumento en las emisiones globales.

A pesar del extraordinario crecimiento de los combustibles renovables en la última década, el sistema energético mundial todavía está dominado por las fuentes de combustibles fósiles. El aumento anual en el uso de energía global es mayor que el aumento en la energía renovable, lo que significa que el uso de combustibles fósiles continúa creciendo. “Este crecimiento necesita detenerse de inmediato”, aseguran los científicos.

Las emisiones netas cero necesarias para estabilizar el clima requieren tanto de una aceleración en el uso de fuentes de energía que no sean de carbono como de una rápida disminución de los combustibles fósiles en la industria energética. “Este doble requisito representa un desafío”, dice el informe.

Los sumideros naturales de dióxido de carbono, como la vegetación y los océanos, que eliminan aproximadamente la mitad de todas las emisiones de las actividades humanas, serán menos eficientes al hacerlo. Esto subraya la necesidad de reducir la deforestación y expandir los sumideros naturales de CO2, particularmente aquellos en bosques y suelos que pueden mejorarse mediante un mejor manejo y restauración del hábitat.

La brecha de emisiones, según ONU Medio Ambiente

Los Informes de brecha de emisiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con la décima edición que se publicará en noviembre, evalúan los últimos estudios científicos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero actuales y futuras estimadas y los comparan con los niveles de emisión permitidos para que el mundo progrese para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

Las emisiones globales no alcanzarán su punto máximo para 2020 y 2030 si se mantienen las políticas climáticas actuales y los niveles de ambición de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). Sin embargo, los resultados preliminares del Informe de brecha de emisiones 2019 indican que estas continuaron aumentando en 2018.

El nivel de ambición de las Contribuciones Determinadas de los países debe triplicarse aproximadamente para alinearse con el límite de 2 grados establecido por el Acuerdo de París y debe aumentarse alrededor de cinco veces para alinearse con el límite de 1.5 grados.

Si las ambiciones no se incrementan inmediatamente y se respaldan con acciones, ya no se puede evitar exceder ese objetivo. Si la brecha de emisiones no se cierra para 2030, es muy posible que el objetivo de un aumento de temperatura muy inferior a 2 grados también esté fuera de alcance.

Las advertencias del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático

Tres informes especiales publicados en 2018 y 2019 evalúan aspectos complementarios y específicos del cambio climático, antes del sexto informe de evaluación.

El Informe especial sobre el calentamiento global de 1.5 grados, establece que limitar el calentamiento a esa aumento no es físicamente imposible, pero requeriría transiciones sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad. Hay claros beneficios de mantener el calentamiento a 1.5 grados en comparación con 2 o más.

Cada grado importa: limitar el aumento puede ir de la mano con alcanzar otros objetivos mundiales como lograr el desarrollo sostenible y erradicar la pobreza.

El Informe Especial sobre el Cambio Climático y la Tierra enfatizó que los suelos están bajo una presión humana creciente y que el cambio climático se suma a estas presiones. Al mismo tiempo, mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados solo se puede lograr reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores, incluidos la tierra y los alimentos.

La investigación muestra que una mejor gestión de la tierra puede contribuir a hacer frente al cambio climático, pero la tierra no es la única solución: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores, incluida la energía, es esencial para mantener el calentamiento global lo más cerca posible de 1.5 grados.

El 25 de septiembre de 2019, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático publicará el Informe especial sobre el océano y la criosfera en un clima cambiante.

“Solo una acción inmediata e integral que abarque: una profunda descarbonización complementada con medidas políticas ambiciosas, protección y mejora de los sumideros de carbono y la biodiversidad, y los esfuerzos para eliminar el CO2 de la atmósfera, nos permitirán cumplir con el Acuerdo de París”, aseguran los científicos. BP