NUEVA REALIDAD

¿QUÉ VIENE?

Por: Sean Osmin HAMUD RUIZ 

Dejando a un lado el decálogo Covid19 del presidente, que está más místico que el luchador de la triple A; superando el manejo estadístico de los números de la pandemia del Sr. López Gatell, que están más esotéricos que el horóscopo; desprendiéndonos de la nueva normalidad, que está más misteriosa que la ouija; debemos recordarnos, que, hacia adelante, todo viene distinto.

Así pues, el entorno local, político y gubernamental, este pasado fin de semana se cimbró ante lo vertiginoso del cambio.

El PRI unió criterios y abrió el espacio a perfiles novedosos, no por trayectoria o militancia, sino por la reciente historia que nos hacía suponer distancia entre los protagonistas. Sin embargo, el pragmatismo de las partes se impuso y además de consolidar una diligencia unificada, se refresca el ánimo al interior del partido.

Los comentarios en general son positivos y hablan de una organización política con ganas de “echarle ganas” al trabajo que se vislumbra.

En el gabinete del gobernador, prácticamente en simultáneo, cuatro cambios que sin duda sorprendieron a propios y extraños.

No se puede dejar de lado que el tiempo de este sexenio está por agotarse y es inusual atestiguar estrategias así. Tradicionalmente se pensaría que en general, la actual administración se estaría preparando para dar el paso a la transición sexenal y este movimiento tiene rasgos audaces.

De primera instancia podría pensarse que se pretende alimentar la base para la selección de candidatos y candidatas en el futuro inmediato. Visto convencionalmente funciona.

Pero también puede ser que, por supuesto sin dejar de pensar en las elecciones del próximo año, haya una intención más decisiva, fundamental.

Nada apuntalaría mejor una estructura y estrategia frente a los resultados que se pretendan en los comicios futuros, que la consolidación de los proyectos que se vengan desarrollando en esos espacios de la administración estatal, pero también la innovación y creatividad que le puedan imprimir estos nuevos protagonistas que se integran a estas labores. Dar un último estirón.

Diseñar la nueva realidad va a requerir mucho en ese sentido.