Colima.- Para el alcalde electo de Manzanillo, Nabor Ochoa López, el incremento de la delincuencia en el puerto es una herencia ‘nefasta’ de la administración de Virgilio Mendoza Amezcua.
«Además de la deuda financiera (250 millones de pesos) otra herencia nefasta que nos deja esta administración municipal, es el incremento en los índices delictivos, es una situación delicada que estamos viviendo en Manzanillo y que ya estamos preparándonos para darle la vuelta a esta situación”, lamentó.
Ochoa López dijo que la deuda obligará a su administración municipal a realizar algunos ajustes en el gasto corriente y medidas estrictas de austeridad a partir del 16 de octubre.
Entre las medias se encuentran reducción de sueldos, reingeniería administrativa en donde se contempla eliminar dependencias y fusionar otras y hacer un recorte importante de personal.
En cuanto a la experiencia de haber apoyado para que Virgilio Mendoza, llegará a la alcaldía, le deja una buena experiencia de que no todas las personas son agradecidas y que hay que tener cuidado con la gente que se apoya.
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