Nada que celebrar

Por Héctor Romero Fierro

López Obrador y grandes empresarios dicen que los mexicanos debemos celebrar que el pasado primero de julio entró en vigor el Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá T-MEC, que viene a sustituir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el cual estuvo vigente desde el 1 de enero de 1994.

Dicho documento, firmado tras tensas negociaciones entre las tres naciones y donde el país que más sacrificó fue el nuestro, pretende que sea la salvación y venga a rescatar la economía mexicana la cual se ha deteriorado durante el mandato de López Obrador. De acuerdo a las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mexicana será una de las más dañadas del mundo, perjuicio provocado conjuntamente por AMLO y el Covid, ya que la economía mexicana mostraba pésimos indicadores, aun antes de la llegada del virus a territorio nacional.

Debo señalar que el FMI estima que la contracción promedio de las economías de América Latina con una baja del 9.4% del Producto Interno Bruto (PIB), y para México se espera en el mejor de los casos una contracción del (-) 10.5% para este año, y ante tan triste panorama la “CuatroTé” le apuesta todo a la más grande manifestación Neo-Liberal, un “tratado de libre comercio”.

Debemos recordar que el TLC fue impulsado por el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari, y fue suscrito por esto junto con Brian Mulroney, Primer Ministro de Canadá, George Bush, Presidente de Estados Unidos, y fue concebido como un acuerdo global que establecía las reglas para el comercio e inversión entre los tres países.

El nuevo producto es una mala copia del anterior, más perjudicial para México, y es, simplemente, una respuesta a las presiones políticas del Presidente estadounidense, Donald Trump, quien ordenó su negociación en 2017 al acusar al TLCAN de ser “el peor acuerdo comercial de la historia” y ante la amenaza de que en cualquier momento el presidente “Trun” (MALO dixit) renunciara a ese acuerdo comercial, México y Canadá, aceptaron “negociar” un nuevo tratado. A nuestro país le llevará tres años adoptar su legislación para el T-MEC el cual por cierto solo tendrá una vigencia de cinco años, con la aclaración que el primero no caducaba.

El nuevo tratado, contiene 34 capítulos con 24 de ellos modernizados y diez nuevos capítulos relativos a: “Aduanas y facilitación del comercio (7); Anexos sectoriales (12); Comercio digital (19); Laboral (23); Medioambiente (24); Pequeñas y Medianas Empresas (25); Competitividad (26); Anticorrupción (27); Buenas Practicas regulatorias (28); Política macroeconómica (33).

Los poderosos Sindicatos de Estados Unidos y Canadá presionaron a su gobiernos para que estableciéramos una nueva regulación laboral, las nuevas disposiciones pactadas obligan a México a cumplir con una serie de reformas laborales que anticipadamente aprobó y admitirá, aunque el gobierno federal lo niega, la verificación de sus estándares laborales de bienes y servicios, so pena de que se nos impongan sanciones. También se incluyeron estrictas normas ambientales y mecanismos para vigilar su cumplimiento. También, como en lo laboral, se crean “agregados ambientales” que se ocuparán de vigilar sus leyes y reglamentos.

En días pasados los legisladores morenos morían por la necesidad de sesionar para aprobar los ajustes a las primeras leyes que se modifican para cumplir con el T-MEC, por ello, se legisló y publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), una serie de reformas, varias de ellas con graves errores, y se publicaron el día primero de julio pasado las siguientes: reformas al “Código Penal Federal” vigente al día siguiente de su publicación en el DOF; se expide la Ley de Infraestructura de la Calidad y se abroga la Ley Federal sobre Metrología y Normalización que entrará en vigor a los 60 días siguientes de su publicación; se expide la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial y se abroga la Ley de la Propiedad Industrial que entrará en vigor a los noventa días hábiles siguientes al de su publicación ; se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley Federal del Derecho de Autor que entrará en vigor el día siguiente al de su publicación; y por último, se expide la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, y se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley Aduanera que entrarán en vigor a los 180 días naturales siguientes al de su publicación.

Pareciera que la urgencia en legislar es una ofrenda que pretende llevar Manuel Andrés López Obrador (MALO), en su próxima visita a Washington, donde el único beneficiado políticamente será “Trun”, asistir es un error político por lo que dudo se presente el Primer Ministro canadiense.

La gran mayoría de estas reformas benefician principalmente a las empresas de Estados Unidos, solo como ejemplo es tan exagerada la reforma penal que podría ser encarcelado si: “usas o fábricas reemplazables genéricos para dispositivos como impresoras o cafeteras”, “deseas reparar tus dispositivos por tus propios medios o mediante técnicos independientes”, “modificas el hardware de tu computadora”, pero además se combate la piratería estableciendo multas y penas de cárcel a quienes desactiven dispositivos electrónicos de protección de programas de computación, graben o transmitan películas exhibidas en el cine, desbloqueas medidas tecnológicas que protejan canciones, libros, y otras creaciones audiovisuales, señales de satélite o cable, incluyendo quienes provean insumos utilizados en estas actividades. Lo curioso es que los principales usuarios de “copias pirata” son los seguidores del señor López.

La realidad es que no beneficiará a México el nuevo tratado mientras no exista y se garantice en el largo plazo tanto seguridad pública como seguridad jurídica y se garanticen reglas de juego claras, situaciones que no ha cumplido la “CuatroTé” desde que llego al gobierno, solo como ejemplo, tenemos la cancelación de NAICM, el cambio y ataque a las empresas del sector energético y minero, la cancelación de una planta de cerveza en el norte del país, entre otras cosas más.