Participantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad están a la expectativa y vigilantes de que el Ejecutivo federal cumpla con su responsabilidad, luego del diálogo con presidente Felipe Calderón en Chapultepec, el pasado 23 de junio. Identifican como positivo el encuentro, que califican sin precedentes, pero saben que el proceso por venir no es mágico.
Javier Sicilia, Emilio Álvarez Icaza, Julián Le Barón y María Herrera, integrantes del movimiento, identifican señales en principio positivas como el seguimiento a casos específicos de víctimas y el propio cambio de narrativa en el discurso del presidente Felipe Calderón la semana pasada, en el Consejo Nacional de Seguridad Pública. Pero saben perfecto que esos no son cambios estructurales.
“Las primeras acciones son buenas y mandan mensajes de que el gobierno federal está tomando en serio la exigencia. Vamos a ver si esas señales positivas se mantienen en las mesas de trabajo que se instalarán en la Secretaría de Gobernación que den seguimiento al proceso. Para nosotros eso será un indicador completo de si se cumple en la responsabilidad estatal”, dijo Emilio Álvarez Icaza, ex ombudsman del Distrito Federal.
Explicó que hay tres tipos de exigencia hacia el Estado que pretenden que se cumplan: la atención a casos específicos, una ley general de atención a víctimas y cambios estructurales. “Aquí no es un asunto de confianza o fe. Por supuesto que si la autoridad no cumple lo que tiene que hacer habrá un fenómeno de distanciamiento o desencuentro”, dijo Álvarez Icaza.
Javier Sicilia identifica graves pendientes como el cambio de estrategia contra el crimen organizado, así como la justicia y protección a las víctimas. “Sería positivo el hecho de que se empiece a trabajar en una ley para ellas y que las haga visibles para hacerles poco a poco justicia. El problema del país es complicadísimo. Las cosas no se resuelven de la noche a la mañana, pero la enemistad tampoco resolverá nada”, dijo el escritor y poeta.
“Si en el trayecto de tres años no se logró nada es imposible que en ocho, 15 o 22 días veamos resultados. Hay buena disposición. Espero que pronto me den una respuesta. Tengo cita con la procuradora Marisela Morales el día 13 y esperamos que tengan algo relevante de las investigaciones”, dijo María Herrera, la madre michoacana que desde el 28 de agosto de 2008 tiene a cuatro de sus hijos desaparecidos.
Julián Le Barón, de la comunidad mormona de Galeana Chihuahua, donde fueron asesinados su hermano Benjamín y su cuñado Luis Widmar, no es tan optimista sobre que haya resultados concretos luego del diálogo con el Ejecutivo. “Yo no sé si cambiará lo que hace el Presidente; soy un poco cínico por ese lado. Pero yo creo que lo importante que se logró es sentar un precedente para cambiar la manera de pensar de los mexicanos”, consideró.
“Estaríamos pidiendo mucho que cambien radicalmente las cosas de la noche a la mañana. Yo creo que sembramos semillas y nos falta cuidar esas semillas para que crezcan. Debemos aceptar la responsabilidad individual en vez de estar echándole la culpa a otros de todos los problemas en el país. Hay que buscar la forma de solucionarlos nosotros, porque si sólo nos enfocamos a lo que puede hacer la autoridad, nos costará el doble y hacen muy mal el trabajo”, comentó Le Barón.
Sicilia subrayó los graves pendientes que se tratarán en menos de tres meses, cuando se lleve a cabo el segundo encuentro con el Ejecutivo, como el cambio de estrategia en el combate al crimen organizado, para lo cual ya preparan toda una justificación académica para exponerle, de cara a la nación, un método diferente para afrontarlo.
Mientras, María Herrera está en espera de resultados. Las autoridades le aseguraron que en mes y medio tendría una respuesta sobre el paradero de sus hijos. Ella espera su regreso, desde hace tres años, en cualquier condición.
“Yo espero que con esta presión hecha por el movimiento se pueda lograr mucho. He visto más respuesta en estas semanas que en años de lucha aislada. El trato ha sido diferente; antes era ignorada”, dijo la madre.
Álvarez Icaza, Sicilia y Herrera esperan resultados en los diálogos con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y los poderes Legislativo y Judicial.
“Cada poder tiene pendientes graves con las víctimas y ciudadanía. En el caso del Legislativo todo lo que han atrasado de la reforma política de que no hay instrumentos ciudadanos para fiscalizarlos y castigarlos, porque han vivido con un cheque en blanco. Además de que son voceros, por desgracia, de la partidocracia que nos domina”, dijo Sicilia. (Con información de Julián Sánchez)
Con información del Universal