Al día, México tiene 90.6 millones de hectáreas bajo esquemas de protección marina y terrestre, tres veces más de lo que se tenía al comienzo de la actual administración federal. Su superficie equivale a la suma de los territorios de España, Italia y Portugal.

México tiene 182 Áreas Naturales Protegidas (ANP) que contemplan casi todos los ecosistemas que existen en el mundo: bosques, selvas, praderas, dunas, desiertos, pastizales, playas, arrecifes, islas, humedales, manglares, lagunas, oasis, pastos marinos, entre muchos otros que son hogar de una enorme variedad de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas.

Dentro de las Áreas Naturales Protegidas (182) hay seis categorías: Reservas de la Biósfera (45), Parques Nacionales (66), Monumentos Naturales (5), Áreas de Protección de Recursos Naturales (8), Áreas de Protección de Fauna y Flora (40) y Santuarios (18).

Las ANP son vitales para el ser humano porque nos proporcionan servicios ambientales indispensables para nuestro bienestar: capturan grandes cantidades de bióxido de carbono, dan estabilidad a los suelos, mitigan los efectos del cambio climático, producen materias primas y retienen el agua, entre otros beneficios. BP