San José, Costa Rica.- La ilusión duró apenas 43 minutos, tiempo que necesitó México para liquidar a su rival, a más de 30 mil personas que soñaban con vencer “al gigante de la Concacaf” y que ensordecían a los 22 futbolistas que estaban en la cancha. Pero no, lo que anhelaban terminara en una fiesta roja se convirtió en una amarga noche en toda Costa Rica, que sigue lamentando el 2-0 que el Tricolor les propinó en su propia cancha, resultado que deja a los verdes con nueve unidades, además de tener pie y medio en el hexagonal final.
Apenas apareció Carlos Salcido trotando sobre la cancha, con sus brazos extendidos, mientras gritaba la anotación con la que se abrió el marcador, el Nacional de Costa Rica enmudeció, los aficionados agacharon la cabeza, endurecieron sus rostros y comenzaron a resignarse a sumar otro partido en su propia casa sin poder superar a México. En noviembre se cumplirán 20 años de su último festejo ante el Tri.
Mientras todos los que estaban vestidos de rojo se lamentaban, la banca azteca saltó para esperar a Salcido, hombre que se encontró un rebote tras el cobro de un tiro de esquina de Andrés Guardado para conectar el baló con la diestra, de bote pronto, cruzando al arquero que nada pudo hacer para evitar el declive de su Selección.
Esa acción terminó con la energía de los ticos en la tribuna, que se habían dado vuelo abucheando el himno visitante y lanzando insultos a los 11 elementos que lanzó el Chepo como titulares, mientras el sonido local voceaba las alineaciones. La primera anotación entregó tranquilidad a los tricolores, que por momentos pudieron sentirse en casa, con el “ole” y el “Cielito Lindo” en las tribunas.
Y si alguien esperaba una reacción inmediata de los locales tuvo que lamentarse de nueva cuenta, porque muy pronto, con la misma fórmula, México marcó el segundo de la noche. Guardado mandó pelota desde la esquina que la defensa no pudo cortar y que Jesús Zavala conectó en el aire, luego de un bote, estremeciendo el travesaño con el balón que finalmente chocó con las redes.
El tanto del mediocampista de Monterrey enterró cualquier esperanza local y entristeció por completo el rostro de los fanáticos costarricenses que terminaron soltándose golpes entre ellos mismos y abucheando a los futbolistas rojos que abandonaron la cancha para ser reemplazados.
Tras la anotación de Zavala, Andrés Guardado estuvo cerca de marcar el tercero con un zurdazo de media distancia pero el travesaño se lo impidió. Por los ticos un cabezazo de Randal Brenes que pasó muy cerca del poste y un gol bien anulado por fuera de lugar del mismo Brenes, fue lo más peligroso que se vivió en el área de Jesús Corona.
Con el silbatazo final llegaron las sonrisas y los festejos de los mexicanos que han alcanzado dos décadas sin conocer la derrota en Costa Rica, país que vivirá una noche triste, amarga, tras quedarse con las ganas de vencer “al gigante de Concacaf”.
Con información de agencias
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