Cuauhtémoc.- La lluvia del martes 30 de agosto que se registró al norte del estado, ha puesto en serios problemas el abastecimiento de agua en la comunidad de Quesería, en el municipio de Cuauhtémoc.
En entrevista con AFmedios Nicolás Grajeda, director de Agua Potable de Cuauhtémoc informó que cuatro tomas de agua potable que abastecen a Quesería fueron dañadas por la corriente que se originó por la lluvia.
Y es que en dos horas hubo una precipitación de 71 milímetros.
Esta agencia recorrió las zonas afectadas donde también es evidente el deterioro a brechas y caminos de piedra de algunas zonas habitacionales.
“Este nivel de precipitación es bastante en tan poco tiempo y nos dañó las fuentes de abastecimiento. En la parte del Volcán creemos que fue mayor por el nivel de daños que tenemos”.
Explicó que en el recorrido para contabilizar las afectaciones pudieron constatar que cuatro fuentes de agua están averiadas.
Dos desde estas abastecen a la comunidad de Palmillas y Cerro Colorado, así como otra que distribuye agua potable a Montitlán.
“Lo que nos ocasionó daño fue el flujo de agua y el arrastre de rocas”.
Algunas fuentes de abastecimiento fueron derribadas y otras totalmente inundadas por material rocoso y arena, contaminando las tomas.
“Primero vamos a cuantificar daños y pasar el informe al alcalde para gestionar recursos ya sea al gobierno del estado o la federación”.
Actualmente se abastece a los ciudadanos de esta zona con algunas fuentes alternativas de agua potable y se dota de 3 horas de agua cada tercer día.
Kilómetros al norte, el gobierno del estado por medio de una empresa particular realiza trabajos de desazolve en la barranca Monte Grande, para evitar que el flujo de agua de lluvia pudiera desviarse y afectar otras tomas de agua del municipio de Cuauhtémoc.
Sin embargo el trabajo que se había logrado en las dos últimas semanas, se afectó con la lluvia del pasado martes.
En la zona son evidentes los canales que el agua de lluvia abrió entre el material volcánico que permanece en la zona.
José Aguirre, uno de los encargados de monitorear estos trabajos, dijo que la tarea era desazolvar 300 mil metros cúbicos de material, con la intención de que los flujos de lluvia no se desvíen a las fuentes de abastecimiento.
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