LIBERTAD MAGISTERIAL(Los líderes, sin atribuciones para negociar chambas o silencios cómplices)

TAREA PÚBLICA
Por: CARLOS OROZCO GALEANA

Con 356 votos a favor, 115 en contra y 20 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó recién  retirar el yugo sindical para que los maestros sean libres de afiliarse o no al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) o a cualquier otro.

El Pleno aprobó cambios a la ley e incluyó un artículo 25 transitorio a la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros -publicado en el Diario Oficial de la Federación desde el 30 de septiembre de 2019  en materia de “libertad sindical”.

El transitorio establece lo siguiente:

“Para la implementación de lo dispuesto en esta Ley, las autoridades competentes garantizarán el derecho a la libre sindicación de las maestras y los maestros, reconociendo para sus efectos la titularidad de las relaciones laborales colectivas de su organización sindical en los términos de su registro vigente y Toma de Nota, así como el conjunto de derechos humanos y libertades fundamentales que les corresponden de conformidad con lo dispuesto en la Constitución, los instrumentos internacionales en la materia de los que México es parte, la Ley Federal del Trabajo y la Ley Federal para los Trabajadores al Servicio del Estado”.

Es una acción  fundamental, sin duda, que se  impulse la libertad sindical de los trabajadores, y más aún cuando se trata de un gremio tan relevante para el desarrollo de nuestro país y la formación de la sociedad, como lo es el magisterio. La libertad sindical, que ya se celebra,  tiene que ser considerada como un derecho fundamental, civil y básico vinculado a los derechos humanos, consagrado constitucionalmente en tratados internacionales y en la legislación común y especial. Lo que le caracteriza, es su estrecha relación con los intereses colectivos de los trabajadores, sobre la base de los cuales ellos se organizan a fin de satisfacer sus necesidades en el ámbito colectivo.

La libertad sindical corresponde a un derecho humano esencial en armonía con los tratados vigentes en la materia que también están en dicho rango y por tanto gozan de supremacía. “Así, la libertad de asociación, en materia sindical, con todas sus demás propiedades asociadas, como negociación y autotutela, reviste la mayor importancia para la defensa de los legítimos intereses de los trabajadores y ello se enmarca en el corpus juris de los derechos humanos, como inherentes a la naturaleza del hombre por el solo hecho de ser tal (Wikipedia).”

Las últimas décadas, los maestros han sido en cierto modo  atemorizados y obligados a pertenecer a organizaciones magisteriales especificas so pena de no ser considerados para ascensos u otros trámites si no atienden los liderazgos interesados. Y en no pocos casos, han sido víctimas de sus líderes, que se ocupan más por ascender en el escalafón de la política, vendiéndose al mejor postor ( a gobernadores, por ejemplo )y negociando diputaciones o cualquier chamba, que a luchar por sus agremiados. Negocian también respaldos a candidatos de toda laya, sin faltar familiares, compadres (siempre en la mesa del poder) y amigotes.  Eso es parte de un juego perverso que limita el goce de prerrogativas vinculadas a los derechos humanos, al del trabajo y la libertad de asociación, principalmente.

Un gran sector de ellos está mal pagado frente a otros, que es la inmensa mayoría,   que pueden ganar ocho o diez veces más por haber participado en carrera magisterial y se quedaron con sueldos arriba de los 50 mil pesos. Es menester preservar las condiciones económicas en que se desenvuelve la vida de los maestros y facilitar que puedan hacer su trabajo con calidad y oportunidad aun en las regiones más inhóspitas donde incluso corre peligro su misma vida. Y que reciban un salario justo por su trabajo.

Los maestros son agentes de cambio, personas de bien en lo general,  quieren seguir siéndolo. En vastas regiones donde hay apenas condiciones de sobrevivencia, su presencia constituye la esperanza única de que las cosas puedan cambiar para las familias y los más jóvenes y pequeños. El gobierno de la 4T no debe albergar duda alguna, si es que desea dar más luz a su proyecto, que los maestros son clave en el desarrollo social pues los profesionales de las diversas disciplinas, ingenieros, médicos, abogados, contadores, economistas, etc,   pasaron por las aulas con un maestro al frente.

En opinión  de legisladores priístas, la aprobación del dictamen que anula el yugo político de afiliación forzada“ fomenta la libertad sindical como condición esencial para la defensa de los derechos humanos de las y los docentes, y a partir  de esas acciones, se reconoce el derecho de los trabajadores y empleadores a constituir libremente las organizaciones que estimen pertinentes entendiendo como el elemento integral de una sociedad libre y abierta”.

Los maestros, además, deben ser respetados en sus derechos simpaticen o no con determinada fuerza política, eso es aparte. Sus derechos deben estar a salvo de arreglos en lo oscuro por parte de sus líderes, que no tienen la mínima atribución para negociar prebendas o puestos políticos a cambio de silencios cómplices.