Larissa Riquelme. Una indiscreta foto en la que aparecía hinchando por Paraguay mandó a esta modelo guaraní derechito y sin escalas a la fama. Se paseó por todo Sudamérica derrochando sensualidad y llegó al Perú nada más para alegrarnos con sus curvas mientras destronaba a un tal pulpo Paul como ícono del certamen futbolero más grande del mundo. Todo gracias a un celular.
Sara Carbonero. Si Larissa fue la Novia del Mundial, Sara es la novia que muchos hubieran querido tener. De buena familia, independiente y con carácter, pero lo suficientemente tierna como para desbaratarse cuando Iker Casillas la besó delante de -literalmente- todo el mundo. Es-pec-ta-cu-lar.
Caroline Wozniacki. A pesar de no poseer entre sus copas un Grand Slam o una Copa Másters este año, la bella Caroline acabó el año como la número uno del mundo y nos hizo ver nuevamente el tenis femenino en una era en la que este había perdido adeptos gracias a la supremacía marketera de Federer, Nadal y Djokovic. Igual, Caroline siempre estará primero.
Inés Sainz. La mexicana es la segunda periodista más conocida del mundo (la primera es, claro, Sara Carbonero) salió a la palestra por un incidente en los vestuarios de los Jets, equipo de fútbol americano cuyos jugadores la hicieron sentir ““acosada”“ mientras hacía una entrevista. La pobrecita Inés recibió las disculpas de todo el mundo. Las nuestras también.
Sara Tommasi. ¿Alguien sabe cómo hace un tipo como Ronaldinho para conquistar mujeres como esta? Con samba, seguramente. Y es que nadie puede dudar que pese a la fama de «picaflor» que ha rondado al brasileño, este ha encontrado una mujer que ni siquiera tiene que estar pendiente alejando eventuales rivales. De hecho, lo más probable es que «Dinho» haya tenido que dejar la delantera para disfrazarse de marcador.
Zaira Nara. Su figura ha alborotado a todo el mundo pero ella tiene solo ojos para el mejor del planeta. Diego Forlán, el Balón de Oro del Mundial, conquistó hace bastante tiempo el corazón de esta belleza que además tiene una belleza que viene de familia: su hermana, Wanda Nara, es un gol. ¿Y Zaira? ““Un camión”“, según el presidente Uruguayo.
Elin Nordegren. Tiger Woods es adicto al sexo y lo hizo público al tiempo que confesaba lleno de vergüenza que le había sido infiel a este monumento sueco con más de 120 mujeres entre las que se cuentan actrices porno y prostitutas. Ella intentó perdonarlo pero no pudo y a cambio del divorcio se llevó como 300 millones de dólares. Desde que lo abandonó Tiger no es capaz de hacer un hoyo en uno.
Irina Shayk. Ella es la prueba viviente de que Cristiano Ronaldo no es un niñito mimado. Cuando todos cuestionaban las excentricidades del futbolista y las extrañas circunstancias de su paternidad, apareció esta modelo rusa para hacer olvidar todo. Y es que verla hace que uno pierda la memoria.
Abbey Clancy. Mal, mal, mal, Crouch. ¿Cómo se le ocurre engañar a esta niña, que seguro debía subirse en un banquito para sobarle la frente al gigantón Peter cada que este se golpeaba en el marco de la puerta? Ocurrió cuando ella estaba embarazada, o al menos eso dice la prostituta que denunciaron el hecho. Una lástima.
Cheryl Tweedy. Luego de que se descubrió que Ashley Cole le había sido infiel, preferimos llamarla por su apellido de soltera para que no se moleste. Porque la chica más sexy del mundo es una mujer de armas tomar y ha jurado, por medio de una canción, tomar venganza. «Voy a cortar las llantas de tu auto, a quemar tus trajes y a vender tus diamantes». Ouch.
