«La reacción ha sido positiva en términos generales» aunque la Comisión y los socios europeos de Madrid están a la espera de evaluar «detalles más específicos» de los presupuestos, dijo el ministro Luis de Guindos en un encuentro con periodistas. «Hay una percepción de que España hace un esfuerzo notable», añadió, y dijo que el gobierno español está dispuesto a que los presupuestos se apliquen «lo antes posible, lo más rápido».
Un día después de una huelga general que sacó a las calles a cientos de miles de manifestantes, el gobierno español presentó hoy los presupuestos más austeros de la historia del país, con un ajuste de 27,300 millones de euros, y prometió a Europa ser «fiable en 2012».
Estamos en «una situación crítica a la que tenemos que responder con los presupuestos más austeros de nuestra democracia», afirmó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al término del Consejo de Ministros.
La misión del gobierno español es clara: reducir en doce meses el déficit público de 8.51% a 5.3% del PIB. «Hacer fiable ese objetivo, es una condición ineludible para el gobierno y lo que da sentido al conjunto de las medidas tanto de ingreso como de gasto público», agregó, en un mensaje claramente dirigido a sus socios europeos, que no dejan de expresar su preocupación.
El presupuesto para 2012 aprobado prevé un ajuste de «más de 27 mil millones de euros», sobre todo mediante la congelación del salario de los funcionarios y una baja de los presupuestos de los ministerios de 16.9% en promedio.
Tras conocerse esta información, Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos, saludó la «determinación» de España pero precisó en conferencia de prensa que será necesario «evaluar» con más detalle el presupuesto.
Jorg Asmussen, miembro del directorio del Banco Central Europeo (BCE) expresó por su lado el deseo de que este presupuesto sea aplicado lo más rápidamente posible, para que tenga un rápido «impacto».
El objetivo del gobierno español es claro: reducir en doce meses el déficit público de 8.51% en 2011 a 5.3% del PIB este año. Para 2013, la meta es bajar al 3% como estipula el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo.
De Guindos dijo que el «ajuste» español se ha efectuado en un «escenario macroeconómico realista». Ello traerá, a su entender, «beneficios positivos», como la «credibilidad» en la economía española. El ministro español aseguró por otra parte que «se ha valorado (en Europa) el conjunto de medidas» tomadas por el gobierno conservador de Mariano Rajoy –en el cargo desde diciembre–, en alusión, entre otras, a la reciente reforma laboral.
Sin embargo, la gravedad de la situación española no pasó inadvertida en la reunión de Copenhague. «España está en una muy difícil situación», aseguró Olli Rehn, antes del comienzo de las conversaciones.
El banco estadunidense Citi había sido más virulento el miércoles, afirmando que «España probablemente deba, en nuestra opinión, entrar en algún tipo de programa troika (una ayuda de la UE, el BCE y el FMI,) durante 2012». Una fuente europea negó, en cambio, que esa posibilidad fuera necesaria.
Pero la mayoría de los analistas coincidían en la necesidad de que España ajustase sus cuentas en unos 50 mil millones de euros, teniendo en cuenta la recesión que este año debería hacer caer el PIB un 1.7%. Otros expertos temen que la cura de austeridad adoptada pueda acentuar la recesión, en un país que ya tiene una tasa récord de desempleo (22.85%).
En fin, respecto a la ampliación del fondo de rescate de la eurozona decidida en la reunión de Copenhague, De Guindos aseguró que «se manda una señal de compromiso» por parte de Europa para hacer frente a la crisis de la deuda. Pero lo que «tranquiliza realmente a los mercados son las políticas domésticas» adecuadas, matizó el ministro español.
Los ministros de los 17 países de la zona euro acordaron en Copenhague darle al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), cortafuegos anticrisis que entrará en vigor en julio, «una potencia máxima de 800 mil millones de euros» (un billón de dólares), que podría servir para acudir en ayuda de países en dificultades, como podría ser el caso de España.
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