La quinta presidenta de las Naciones Unidas, después de 80 años

La quinta presidenta de las Naciones Unidas, después de 80 años
Por: Mariana Lizette PÉREZ OCHOA

 Annalena Baerbock, ex ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, se convertirá en la quinta mujer que ocupa el cargo de Asamblea General de las Organización de las Naciones Unidas, con 167 votos a favor, en una sesión con 188 papeletas emitidas.
Su trayectoria ha sido reconocida por representar una nueva generación de liderazgo político comprometida con el cambio climático, la justicia social y los derechos humanos. Cabe destacar que presidirá la elección de la persona que ocupará la Secretaría General de las Naciones Unidas a partir de 2027, y que, por primera vez, podría ser una mujer.

La Asamblea General es el principal espacio de deliberación dentro de las Naciones Unidas. Para adoptar resoluciones sobre temas de gran relevancia, como recomendaciones sobre paz y seguridad, incorporación de nuevos Estados miembros o asuntos presupuestarios, se necesita una mayoría calificada de dos tercios. En cambio, las decisiones sobre otros temas se aprueban con mayoría simple.

La presidencia rota anualmente entre los cinco grupos geográficos : África , Asia y el Pacífico , Europa oriental , América Latina y el Caribe , y Europa occidental y otros Estados.

Entre 2018 y 2022, Annalena, la alemana de 44 años, fue colíder del partido Alianza 90/Los Verdes. En 2021, hizo historia al convertirse en la primera persona de su partido en ser postulada como candidata a la cancillería de Alemania y en la segunda mujer nominada a ese cargo, después de Angela Merkel. Tras las elecciones, los Verdes se integraron a la coalición de gobierno liderada por Olaf Scholz (SPD), junto con el Partido Democrático Libre (FDP). Como resultado, Baerbock fue nombrada ministra de Asuntos Exteriores, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo en Alemania.

Ha sido una defensora de la justicia climática, considerando el cambio climático como la crisis más urgente del siglo XXI. Promueve políticas ambiciosas para la transición energética, la reducción de emisiones y la protección de los recursos naturales, con una visión intergeneracional. Además, es una firme promotora de los derechos humanos y la democracia, mostrando posturas críticas frente a regímenes autoritarios y defendiendo el respeto a las libertades civiles, la libertad de prensa y la participación ciudadana.

Su compromiso con la equidad de género ha sido también una constante en su discurso y en su gestión. Se declara abiertamente feminista y ha impulsado lo que llama como una “diplomacia feminista” desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, incluyendo los derechos de las mujeres y niñas, la participación equitativa en la toma de decisiones y la protección frente a la violencia como ejes centrales de la política exterior alemana.

En el ámbito internacional, Annalena Baerbock ha adoptado posturas firmes en temas clave. Ha sido una de las voces europeas más decididas en el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa, respaldando sanciones y asistencia militar. Frente a China, mantiene una posición crítica en cuanto a las violaciones de derechos humanos, especialmente en Xinjiang y Hong Kong, aunque sin descuidar la importancia de las relaciones diplomáticas y económicas. También ha abogado por un mayor equilibrio en la cooperación con el Sur Global, planteando una política exterior basada en el respeto mutuo, la justicia social y el desarrollo sostenible.

Parece que comparte bastantes valores de las Naciones Unidas, por lo que su elección puso priorizar su carrera en la defensa medioambiental y sus políticas feministas. Su liderazgo pondrá el desarrollo sostenible y la crisis climática en el centro de la agenda global.