La pasión no se encuentra, se crea

APUNTES PARA EL FUTURO
Por: Essau LOPVI

Hace muchos años que no veía a un amigo de la adolescencia y sin pensarlo nos encontramos hace días y entre las muchas cosas que hablamos, les quiero hablar de una que me hizo sumirme en un flashback personal.

Me dijo, ¡sigues igual! y yo le respondí inmediatamente – no, claro que no, he cambiado muchas cosas en mi vida desde entonces-.

Él se apresuró a responder y me interrumpió, – me refiero a igual de apasionado por lo que haces, antes y ahora, hablas igual de emocionado sobre lo que haces y pasa en tu vida -. Entonces le dije bueno, así soy, y no es gripe para que se quite.

Hablamos, nos pusimos al día y casi al despedirnos, me preguntó ¿cómo le hiciste para encontrar tu pasión?, – entonces respondí – eso que la gente llama pasión no se encuentra, se crea con esfuerzo haciéndese bueno en algo, al final de todo ese esfuerzo, te gusta el resultado y permaneces ahí cuanto puedes.

Hoy, en nuestros días del 2024, en la búsqueda incansable por buscar una pasión personal, recurrentemente nos encontramos perdidos en un laberinto de expectativas y presiones sociales.

Estamos inmersos en una era donde la idea de seguir tus sueños se promueve constantemente, nos vemos enfrentados a la tarea abrumadora de descubrir qué es exactamente lo que nos apasiona.

Sin embargo, en medio de esta búsqueda frenética, es crucial entender que la pasión no es un tesoro escondido que debemos descubrir, sino más bien una llama que debemos avivar por nosotros mismos.

La creencia común de que la pasión es algo que simplemente se encuentra puede llevarnos por el camino equivocado. La realidad es que la pasión se forja a través del esfuerzo, la dedicación y la perseverancia. No es un destino que encontramos de repente, sino más bien un viaje que emprendemos, moldeándola a lo largo del camino.

Para llegar a ser apasionados por algo, primero debemos comprometernos a ser buenos en ello. Y aquí es donde está la clave: para ser bueno en algo, a menudo debemos comenzar haciendo algo que nos resulta desafiante o incluso que muchas veces nos sale mal. Es a través del esfuerzo constante y la práctica que podemos empezar a dominar esa habilidad o área de interés.

Yo soy músico y por eso me permito usar esta idea, tomemos, por ejemplo, a un músico talentoso. Es poco probable que nazca tocando el piano o la guitarra con maestría. La verdadera pasión por la música se desarrolla a medida que se enfrenta a la frustración de aprender nuevas notas, mejorar la técnica y superar obstáculos. Es el proceso de convertirse en experto lo que aviva el fuego de la pasión.

El camino hacia la pasión también implica un elemento de riesgo. Es arriesgarse a explorar lo desconocido, a salir de nuestra zona de confort y enfrentar el fracaso en el proceso. Es solo a través de la disposición a correr riesgos que podemos descubrir nuevas pasiones y expandir nuestros horizontes.

Entonces, ¿cómo podemos encontrar nuestra pasión? La respuesta es simple: comprometiéndonos con el proceso de crecimiento personal y profesional. Es adentrándonos en lo desconocido, perseverando a través de los desafíos y estando dispuestos a salir de nuestra zona de confort. Es al enfrentar el fracaso con valentía y aprender de él que encontramos nuestro verdadero camino.

Por lo tanto, en lugar de esperar a tropezar con nuestra pasión, debemos empezar a crearla. Es solo a través del esfuerzo, la dedicación y el riesgo que podemos encontrar verdadera realización y satisfacción en lo que hacemos.

La pasión no es un destino final, sino más bien un viaje continuo de autodescubrimiento y crecimiento. Entonces, en lugar de buscar afuera, miremos hacia adentro y comencemos a crear nuestra propia pasión.

Soy periodista de profesión, músico por pasión, escritor por placer. Rockero, liberal y runner. Me gusta el mate, café, whisky, el surf y el box.