La autonomía universitaria by Moreno Peña

Crónica sedentaria

Por: Avelino GÓMEZ

Leí el más reciente artículo publicado por el ex rector y ex gobernador Fernando Moreno. Y me conmoví. Aquí es donde usted puede imaginarme con la mano en la barbilla, entornando los ojos frente a la pantalla, mientras de fondo se escucha una sonata para violín.

Hace años, los comentarios periodísticos de Moreno Peña me parecían pesados, por no decir farragosos. Sobre todo cuando se esmeraba en sus análisis sobre política nacional y en los que —entre el entusiasmo y la ingenuidad—, levantaba al PRI hasta el cielo al tiempo que abarrajaba al suelo a los partidos opositores. Caray, qué tiempos aquellos. Pero eso es  agua pasada.

Ahora nuestro ex gobernante escribe desde la oposición, se adapta a los tiempos que corren, se esmera por entender y por darse a entender. Por eso, su artículo La tarea del Rector es irreprochable. En tan sólo unos párrafos explica por qué nació muerta la propuesta, que hiciera el diputado local morenista Vladimir Parra, para modificar la Ley Orgánica de la Universidad de Colima. De paso, le da una palmadita en el lomo al rector Eduardo Hernández Nava por “defender la autonomía universitaria con todos los medios a su alcance, jurídicos, políticos y sociales”.

Y uno apenas puede sospechar las implicaciones que encierra la frase “todos los medios a su alcance”. Ahora bien, aquí es donde uno imagina al rector Hernández Nava, dando vueltas en su despacho como tigre enjaulado y gritando a voz en cuello “suelten a los perros”. No, no es cierto. Conociendo la mesura del rector, seguramente se limitó a decir: “quiero una marcha de protesta, quiero a la FEC expresando su apoyo a la universidad y también quiero una sesión de Consejo Universitario para rechazar lo que se tenga que rechazar”. Todo esto mientras le servían una taza de café.

En este contexto de rechazo a la intromisión en asunto propios de la universidad —consigna también Moreno Peña—,  actores de casi todos los partidos políticos expresaron su apoyo a la casa de estudios. Sobre todos los candidateables en el 2021. Y es de entender: ningún aspirante a la gubernatura se va a dar un balazo en el pie enarbolando una lucha en contra del sector universitario. Ahí hay votos. Varios miles. Necesarios para ganar o perder con holgura una contienda electoral.  Sólo a alguien como Vladimir Parra, acostumbrado a nadar contra la corriente (cuando no a tontas y a locas), se le pudo ocurrir meterse con el tema de la autonomía universitaria. Pero eso, hay que decirlo, también se aplaude.  Algo habrá aprendido el diputado Vladimir Parra de todo esto.

Pero fue a la superdelegada Indira Vizcaíno (que, por cierto, Moreno Peña no menciona en su texto), señalada por connotados universitarios de estar detrás de la propuesta de modificar la ley del rey, y a quien le tocó la peor parte en el manoteo mediático.  Al exhibirse material fotográfico de Vizcaíno digno de la revista ¡Hola!, y presentarlo como prueba de cargo sobre un asunto político, uno empieza a entender eso de “defender la autonomía con todos los medios a su alcance”.

Por eso fue, señores, que me conmoví.