Holandeses podrían pasar la primavera en cuarentena por COVID-19

Elvira Romero / Amsterdam.- La vida en Ámsterdam transcurría tranquila mientras el COVID-19 se apoderaba de toda Europa. Cuando se confirmaron los primeros casos en Alemania y luego en Bélgica, sabíamos que era cuestión de tiempo para que apareciera el primer caso en Países Bajos, lo cual sucedió el 27 de febrero.

Al 18 de marzo (momento de escribir este texto) ya son 2,051 casos confirmados y 58 muertes.

Luego de la crisis que provocara en China, actualmente Italia es el segundo país más golpeado por el mortífero brote. Se realizan esfuerzos titánicos para reducir el número de contagios y controlar la contingencia sanitaria.

España, a punto de ver colapsado su sistema de salud, endureció las medidas sanitarias y ha logrado disminuir el número de contagios. Los videos que circulan en redes sociales hablan por sí mismos.

En Países Bajos todo cambió en un solo fin de semana. Las medidas tomadas hasta este punto eran la prohibición de eventos masivos y el cierre de museos. Para el viernes 13 de marzo fueron cancelados los vuelos provenientes de China, Irán, Italia y Corea del sur.

En rueda de prensa realizada el domingo 15 marzo el ministro de Atención Sanitaria, Bruno Bruins, informó que a las 6 de la tarde de ese día debían cerrar restaurantes, bares, cafés, clubes deportivos, saunas y clubes de sexo. Por su parte, el ministro de Educación Primaria y Secundaria, Arie Slob, anunció el cierre de escuelas y guarderías a partir del lunes 16. Estas medidas de contención permanecerán hasta el 6 de abril.

Por consiguiente, la gente que así lo requirió se volcó a las llamadas coffeshops a abastecerse de cannabis para mas de 20 días, imágenes que han dado la vuelta al mundo, pues se hicieron largas filas afuera de los establecimientos.

Sin embargo, la mayoría de los neerlandeses prefirieron hacer compras de comestibles e insumos de limpieza. Hasta este punto los empleos que así lo permitieran debían hacer home office. Al estar toda la familia reunida la compra de insumos a mayor escala significó que algunos estantes se vaciaran. Yo también salí a hacer mis compras y fue evidente un mayor número de gente en las tiendas, pero no las calificaría como compras de pánico, la gente fue muy consciente y no acaparó. Al cabo de dos días las tiendas volvieron a la normalidad y hoy puedo decir con certeza que aún no hay desabasto de comestibles.

El lunes 16 de marzo el primer ministro, Mark Rotte, se dirigió a la nación en un corto mensaje transmitido por múltiples canales. La última vez que un primer ministro se dirigió al país fue en 1973, cuando Joop den Uyl aprovechó la oportunidad para preparar a los Países Bajos sobre las consecuencias de la crisis del petróleo.

En su discurso el primer ministro habló de medidas sin precedentes en tiempos de paz y llamó a los 17 millones de neerlandeses a superar esta crisis juntos. Expresó sus condolencias a las familias de las personas que murieron por el virus. También deseó que los enfermos se recuperaran y se dirigió a los ancianos y las personas con mala salud: «Me doy cuenta de que estás muy preocupado. Es nuestra prioridad absoluta minimizar los riesgos para usted «, dijo.

Rutte pidió «aferrarse a los expertos». Estos expertos no le dieron a Rutte un mensaje fácil: «La realidad es que el coronavirus está entre nosotros y permanecerá con nosotros por el momento. En un futuro cercano, una gran parte de la población neerlandesa se infectará con el virus «.

Hizo un llamado a acatar las medidas de distanciamiento social, a mantener la calma y a no acaparar insumos.

Hoy los hospitales están evaluando si pueden ampliar su capacidad de cuidados intensivos a 2,000 camas y la compra de equipo respiratorio adicional.

En otros frentes se anunciaron medidas para mitigar el impacto económico: el gobierno está asignando millones de euros para ayudar a las empresas, trabajadores independientes y empleados a superar la crisis provocada por el coronavirus.

Las empresas necesitadas ahora pueden solicitar un máximo del 90% de los costos salariales y se abrió un esquema de compensación para los sectores directamente afectados como los establecimientos de alimentos, bebidas, empresas del sector cultural, la industria de viales y las agencias de eventos.

Hoy en día los esfuerzos se dirigen a repatriar a los 200,000 neerlandeses que se encuentran en países como España, Grecia y Curazao, lo que puede llevar semanas.

Hasta el momento la gente esta tranquila, acatando las disposiciones gubernamentales y siendo cívica. Aunque aún no se habla de un cierre del país y una total reclusión en los hogares, no es un escenario que se pueda descartar a futuro.

Luego de un largo invierno con escasa luz del sol, los neerlandeses están ávidos de disfrutar la llegada de la primavera y la floración de los campos de tulipanes, si las condiciones no cambian esto no será posible.

Ahora que la pandemia apenas puede ser contenida, la esperanza del mundo se centra en un medicamento o vacuna, empresa que podría tardar de un año a 18 meses.

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