Colima.- Ante el gran acumulamiento de material expulsado durante los últimos años del volcán de Colima, y a la inminente llegada de las lluvias, las condiciones para la generación de lahares mayores a los del año anterior están dadas.
Y es que en las laderas del volcán de Colima existe un importante acumulamiento de material que se encuentra inestable, sin embargo, la magnitud de los lahares dependerá de la cantidad de lluvia y del tiempo en el que esta se vierta.
Ricardo Ursúa Quiroz, director operativo de la Unidad Estatal de Protección Civil, subraya la importancia de que la población esté consciente del riesgo.
“Las condiciones están dadas, hay mucho material no consolidado en los costados y obviamente el agua es el principal lubricante para que el material sea removido, de tal suerte que es muy alta la probabilidad de que pueda suceder un lahar”.
Mauricio Bretón González, investigador del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima, señala que durante los últimos años se ha acumulado una importante cantidad de material, mucho del cual corresponde a la actividad que el volcán tuvo durante junio y julio del año anterior.
“Sobre todo la zona de barrancas hacia el sur que están muy saturadas de material, esto incrementa las probabilidades de tener eventos mucho mayores que en años pasados (…) a veces tenemos lluvias en zonas ubicadas entre los 2 mil y 2 mil 500 metros de altura sobre el nivel del mar, quiere decir que aunque en Colima no esté lloviendo, si allá arriba hay una lluvia torrencial, en pocas horas podemos tener mucho de este material faldas abajo”.
Las zonas que se encuentran en riesgo de resultar afectados por lahares son el sur, sureste y suroeste del territorio aledaño al volcán, los efectos podrían ir desde poblaciones incomunicadas hasta personas que perdieran la vida, dependiendo del lugar donde se encontraran al momento del lahar.
“La que esté en ese momento sobre las barrancas, la que se encuentre población flotante, gente que está trabajando normalmente”, detalló Ricardo Ursúa.
En el municipio de Comala se identifica a la población de La Becerrera, alrededor de la cual existen varias rancherías que pudieran estar en riesgo; en Cuauhtémoc está la población de Quesería, arriba de la cual, a algunos kilómetros de distancia, también hay acumulamiento de material, explicó el investigador Mauricio Bretón.
“Quesería es una de las poblaciones donde hay material bastante cercano, los flujos piroclásticos, producto de la actividad de julio de 2015 llegaron muy cerca de esas zonas, por ejemplo, la barranca de Monte Grande está saturada y podría ser un área susceptible a sufrir eventos de este tipo”.
Población ya está informada
Ricardo Ursúa afirmó que se ha trabajado con las poblaciones cercanas al volcán y conocen las medidas a tomar en caso de que las autoridades detecten la posibilidad de un lahar.
“Estamos trabajando con la gente de la comunidad, la gente ya está enterada, ya sabe el riesgo que representa una lluvia, y la situación en el volcán, entonces estaremos atentos a ello”.
Por su parte, Salomón Salazar, alcalde de Comala, afirma que también se trabaja en la limpieza de las barrancas cercanas al municipio para disminuir la posibilidad de generación de lahares.
“Se está trabajando en el desazolve del río La Lumbre, ya se terminó el río El Zarco, posteriormente se va a pasar al Cordován donde se está retirando demasiado material que bajaron los lahares con el huracán Patricia”
Con apoyo de Protección Civil estatal y municipal, se utilizan 7 máquinas para tirar toneladas de material acumulado., hasta ahora se han retirado más de 150 mil metros cúbicos y falta por remover cerca de 130 mil metros cúbicos más.
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