Colima.- Luego de que trascendiera que el Ayuntamiento de Colima podría cerrar la procesadora municipal de carne el próximo 31 de marzo, ganaderos e introductores se manifestaron para solicitarle a la comuna que no clausure.
También señalaron que de hacerlo, se descentralice para que ellos se hagan cargo de su operatividad.
Afuera del rastro municipal, el ganadero Armando Cortez afirmó que quieren seguir trabajando y relató que se matan 400 reses y 2 mil porcinos cada mes cuya afectación en caso del cierre es la acumulación de animales -con la posibilidad de que no sean útiles para fines comestibles- o la opción de exportarlos, lo que considera como un retroceso.
“Lo que nosotros queremos es trabajar con las condiciones que ellos (el Ayuntamiento) propongan, nosotros emplearíamos gente, si los trabajadores están dispuestos a trabajar, nosotros estamos dispuestos a seguir trabajando (…) si el alcalde quiere seguir a cargo, adelante; si no, la tomamos nosotros”.
Por otra parte, Fidel Ruiz Gutiérrez, carnicero de oficio expuso que el cierre del rastro afecta a los ganaderos y a la población en general por el posible clandestinaje de carne, sin supervisión en las medidas de higiene o la intervención de médicos veterinarios.
El ganadero Carlos Servando Fuertes indicó que ya solicitaron una audiencia con el alcalde Leoncio Morán, pero no han sido recibidos.
Señaló que la preocupación es por la carne importada que suele ser más barata, lo que genera desconfianza.
“Nos afecta, el otro rastro parecido es el de Ciudad Guzmán, imagínese llevar nuestros animales allá y nosotros llegar temprano (…) es un gasto excesivo, queremos un diálogo pacíficamente y si el Ayuntamiento no se hace cargo del astro, estaríamos entrando nosotros”.
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