El reportero del periódico británico The Guardian, Luke Harding, fue expulsado de Moscú, Rusia, denunciaron directivos del diario. Las autoridades rusas no han dado una explicación sobre la expulsión, agregaron.
Alan Rusbridger, editor de The Guardian, dijo en un comunicado que la medida era «un hecho muy preocupante, con graves consecuencias para la libertad de prensa».
Harding había regresado a Moscú después de pasar dos meses en Londres revisando los informes sobre los cables diplomáticos de Estados Unidos publicados en la página web de WikiLeaks.
A su llegada a Moscú, fue detenido por las autoridades rusas, encerrado en una celda durante 45 minutos, y luego puesto en un avión de regreso a Londres, según un artículo publicado este martes en The Guardian.
Asignado a Moscú desde 2007, Harding cubrió muchos eventos, incluyendo la guerra entre Rusia y Georgia en 2008, y los ataques suicidas en el sistema de metro de Moscú en 2010.
También escribió una serie de artículos polémicos, entre ellos uno sobre las especulaciones que rodean la supuesta riqueza secreta de poderosos primer ministro de Rusia, Vladimir Putin.
El año pasado, Harding fue reprendido por las autoridades rusas por el viaje no autorizado a las zonas de veda a los periodistas.
«Es preocupante que el gobierno de Rusia ahora eche a los periodistas a quienes desaprueba. El tratamiento de Rusia a los periodistas -tanto nacionales como extranjeros- es un motivo de gran preocupación», dijo Rusbridger.
Con información de CNN.
