La justicia española condenó el viernes al líder vasco Arnaldo Otegi a 10 años de cárcel por haber intentado en 2009 refundar la dirección de Batasuna, partido independentista ilegalizado en España por ser considerado el brazo político de la organización armada ETA.
La Audiencia Nacional, principal instancia penal española, afirmó haber sentenciado a Otegi a 10 años de prisión por «pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente», según la sentencia anunciada el viernes.
ETA, considerada organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, es responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco.
Otegi, de 53 años, se encuentra en prisión preventiva desde octubre de 2009, tras haber sido detenido el 13 de octubre de ese año junto a otros cuatro militantes vascos sospechosos de haber tratado de reconstruir la dirección de Batasuna.
Entre los detenidos figuraba también el secretario general del sindicato independentista vaco LAB, Rafael Díez Usabiaga, una de las figuras históricas del movimiento separatista, que también fue condenado el viernes a diez años de prisión por la Audiencia Nacional.
ETA ordenó a Otegi y Díez la creación de un órgano que actuara como su «brazo político», afirma la sentencia de la Audiencia Nacional.
La sentencia asegura que en el año 2007 se desarrolló en el seno de ETA un proceso de reflexión sobre cómo utilizar a la izquierda radical vasca «como su brazo político, impartiéndole órdenes sobre cómo actuar».
La justicia española condenó también a ocho años de cárcel a dos militantes detenidas junto a Otegi y Díez, Sonia Jacinto y Miren Zabaleta, y a Arkaitz Rodríguez, ex responsable de la organización de juventudes independentistas vascas Haika.
El partido radical vasco Batasuna está ilegalizado en España desde 2003, debido a sus lazos con ETA.
Otegi fue uno de los principales artífices del proceso de negociación abortado de 2006-2007 entre el gobierno español y la organización armada independentista vasca.
Sin embargo, en los últimos tiempos tomó distancias con la lucha armada, sin llegar sin embargo a condenar las acciones de ETA o a romper con la organización.
En un mensaje enviado por Twitter desde prisión, Otegi pidió «que nadie abandone este camino» -en referencia a la estrategia de privilegiar la vía política y democrática a la violencia- «porque vamos a ganar», dijo.
La coalición de la izquierda independentista vasca Bildu -muy votada en las últimas municipales tras haber sido autorizado in extremis por la justicia española- calificó la sentencia contra Otegi de «jarro de agua fría».
Su portavoz, Oskar Matute, aseguró a la emisora de radio Cadena Ser que su formación llamará a movilizaciones sociales para protestar contra esta condena.
Por su parte, el Partido Nacionalista Vasco (PNV, moderado) tildó la sentencia de la Audiencia Nacional de «paso atrás en la normalización en la convivencia» en el País Vasco y de «absurdo político-judicial».
El portavoz del gobierno, José Blanco, se negó a reaccionar a la noticia. «Respetamos la decisión judicial y no la valoramos», se limitó a declarar.
Muy debilitada por los duros golpes policiales, ETA lleva desde agosto de 2009 sin cometer atentados en territorio español.
El 5 de septiembre del año pasado, anunció haber tomado «la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas». Posteriormente, el 10 de enero, anunció un alto el fuego permanente, general y verificable. Sin embargo, en ningún momento se refirió a una posible entrega de armas o disolución.
El dirigente de la izquierda ‘abertzale’ Arnaldo Otegi, condenado este viernes a diez años de cárcel por intento de reconstrucción de Batasuna, aguarda la apertura del juicio en una sala de la Audiencia Nacional, el pasado 27 de junio en Madrid.
Con información de AFP
