Escollera

Escollera

Por: Edgar Cazares

Agradezco infinitamente a mi casa editorial, AFmedios, la oportunidad de retomar un género periodístico que, es cierto, implica un alto grado de responsabilidad para quienes ejercen las ideas y la crítica como una forma de procurar mejoras en nuestro entorno pero que a final de cuenta también producen grandes satisfacciones especialmente cuando las opiniones, a través de una columna, provocan algún eco entre los lectores.

Espero ahora que haya oportunidad de que usted y yo, amable lector, estemos en contacto cuando menos una vez por semana. Será un placer saber que de vez en vez los comentarios vertidos en este espacio provoquen algún tipo de reacción más aún si esta es positiva.

*Hay que prepararnos a conciencia, amable lector, porque cada día más se acerca esa vorágine que implica cada tres años los fervores electorales. Y vaya que si ese periodo, cuando menos en su antesala, ha iniciado a tambor batiente. Ya la mayor parte de la actual clase política ha dado indicios de los planes que tiene para continuar en la función pública ese lugar donde se supone se deben dar los mejores resultados para la ciudadanía pero que pocas veces –casi nunca diría yo- se cumple.

Manzanillo ha sido visitado ya por diferentes actores políticos que ven en este municipio un lugar idóneo para apuntalar sus proyectos electorales. Seguramente la mayor parte de ellos lanzan sus intenciones simplemente para tantear el escenario y a la postre tener algún elemento con el cual negociar al momento de los acomodos definitivos en cada partido político.

Algunos otros más, los menos, dan pasos firmes a sabiendas de que los resultados en sus anteriores –o actuales- encomiendan los respaldan. Faltan 15 meses aún para que haya nuevos comicios pero en el ambiente se respira ya ese ánimo de muchas y muchos por contar con el respaldo de las mayorías. Estemos pues todos al tanto. Los perfiles que hoy escojamos en un futuro cercano pueden representar progreso o fracaso.

*No sé cuánto tiempo o qué tipo de desgracias esperan las autoridades para que de una vez por todas se destinen los recursos necesarios y contar urgentemente con un cuerpo de guardavidas en las diferentes zonas de playa en Manzanillo. Ya el pasado martes –y dimos cuenta de esta tragedia en AF Medios- un turista murió ahogado en el balneario Miramar, el más grande del estado y de los de mayor afluencia en la región que por inverosímil que parezca se ha quedado sin salvavidas en semanas recientes. No tardarán las autoridades en echarse la culpa unos a otros dejando pasar así tiempo valioso en resolver este pendiente que, duele decirlo, ha costado muchas vidas. Ciertamente habrá quien diga que también es necesario insistirle a los propios bañistas sobre los riesgos de adentrarse en el mar pero esto último es en verdad irse a topar con pared. Indiscutiblemente el paso decisivo es habilitar agentes que puedan auxiliar a los visitantes de playa que por omisión, descuido o negligencia se vean en algún peligro por nadar. Mientras tanto el Ayuntamiento sigue a la espera que el Estado o la Federación se hagan cargo de una labor donde me parece ellos son los principales obligados. De seguir así entonces esperemos sentados a que el número de muertes continúe repuntando. Y claro está asumir el alto costo que este tipo de noticias –negativas por donde quiera vérsele- implican para el perfil turístico del municipio.