Ciudad de México.- Al cumplirse este viernes 12 de octubre, 50 años de la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968, hay muchas historias que contarse pero una de ellas es la de Norma Enriqueta Basilio Sotelo, la primer mujer en la historia del olimpismo moderno que encendió un pebetero.
Habían pasado 18 ediciones de las olimpiadas en las que únicamente hombres habían sido los encargados de encender el pebetero, el momento más esperado de todas las inauguraciones.
Pero eso cambió en México 1968, cuando en el Estadio Olímpico la joven corredora mexicana Enriqueta Basilio fue la primera mujer que encendió el pebetero de la historia olímpica.
La tarde de ese 12 de octubre, la joven de 20 años recibió la antorcha de un cadete militar y corrió por la pista y la escalinata hacia lo más alto de la tribuna este del Estadio Universitario que estuvo abarrotado con cien mil espectadores.
Entonces llegó el momento más esperado por el público, presentó la antorcha al público y a continuación realizó el encendido estirando el brazo sobre el pebetero.
Basilio participó en la prueba de relevos de los 400 metros planos y en la carrera de 80 metros con obstáculos.
Pese a que no pudo acceder a las finales, su nombre quedó grabado en los libros del olimpismo por su histórico encendido.
“Queta” Basilio, ahora ya con 70 años de nuevo encenderá el pebetero con el fuego olímpico el cual estará activo hasta el 27 de octubre, en memoria de los Juegos de 1968.
Originaria de Mexicali, Baja California, “Queta” fue considerada la mejor atleta mexicana en su tiempo, fue plusmarquista nacional en los 80 metros con vallas.
Del 12 al 27 de octubre de 1968, México recibió a 5 mil 517 atletas de 112 países, en total fueron 172 eventos en 20 disciplinas deportivas.
Estados Unidos fue el máximo ganador de estos juegos con 107 medallas, 45 de oro, 28 de plata y 34 de bronce.
México logró 9 medallas, 3 de oro, 3 de plata y 3 de bronce, su mejor participación en unos Juegos Olímpicos.
El oro fue ganado por los boxeadores Ricardo Delgado Nogales, en 51 kg; Antonio Roldán, en 57 kg y en natación, con Felipe “El tibio” Muñoz, en 200 metros mariposa.
La plata fue para el famoso Sargento, José Pedraza Zúñiga, en 20 kilómetros de caminata; María del Pilar Roldán, en esgrima, florete individual y Álvaro Gaxiola en clavados, plataforma 10 metros.
Y el boxeo dio dos medallas más, pero de bronce con Agustín Zaragoza, en 75 kg y Joaquín Rocha en 81 kg; María Teresa Ramírez fue bronce en natación, 800 metros libres.
El frontón y el tenis también dieron medallas, ocho en total, pero por ser en aquel tiempo deportes de exhibición, no contaron para el medallero general.
Se recuerda el cuarto lugar en futbol soccer varonil, tras perder el bronce con Japón; mientras el baloncesto se ubicó en la quinta posición.
En esta edición también hubo 3 subsedes, Acapulco, Guerrero; Valle de Bravo, Estado de México y Guadalajara, Jalisco.
México recibió la estafeta de Tokio 1964, la siguiente edición fue en Munich en 1972.
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