Catorce personas murieron en la ciudad de Kashgar, a unos 200 kilómetros de la frontera con Asia Central, en dos ataques con cuchillo perpetrados por uigures, la etnia de fe musulmana que habita esta región, contra los Han, la etnia mayoritaria en China.
Asimismo, cinco asaltantes fallecieron por disparos de las fuerzas de seguridad durante las ofensivas, lo que eleva la cifra total de muertos a 19, según la agencia de noticias Xinhua, que cita a las autoridades locales de esta ciudad.
Este nuevo incidente en Kashgar, urbe de mayoría Uigur, se produce apenas dos semanas después de que un ataque contra una comisaría de la ciudad dejó 18 muertos, en el peor brote de violencia desde la revuelta de junio de 2009.
La investigación inicial indica que los atacantes forman parte del Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, reconocido por las Naciones Unidas y el gobierno chino como una organización terrorista, que recibió entrenamiento en campos situados en el vecino Pakistán.
Las autoridades locales han ordenado una redada para evitar nuevos ataques terroristas y actividades religiosas ilegales, según el secretario del comité regional del Partido Comunista de China en Xinjiang, Zhang Chunxian.
Este incidente se produce dos años después de que en julio de 2009 Xinjiang fuera escenario de una revuelta de la etnia local de fe musulmana contra la etnia mayoritaria en China, los Han, a quienes acusan de oprimirlos y privarlos de poder ejercer su cultura y tradiciones.
La violencia interétnica provocó entonces al menos 200 muertos y más de 1,700 heridos, según fuentes oficiales, mientras que las organizaciones defensoras de los derechos humanos aseguran que desde 2009 el gobierno chino ha lanzado varias campañas de represión contra los uigures.
Al menos 25 personas fueron ejecutadas o condenadas a muerte a causa de estos incidentes, según la prensa oficial china.
Con información de CNN
