Rubén Carrillo Ruiz
INÉDITO
Es el adjetivo preciso para nuestra época. Los acontecimientos deben editarse en coyuntura nueva. También las mentalidades, la política, los medios y, de manera particular, la herramienta transversal que articula registros y percepción de la realidad: el lenguaje, empobrecido durante décadas por un manto protector que impide la circulación inteligente de ideas, debates y argumentos de la agenda vital.
PORFIRIO DÍAZ
En estos días, se cumplirá el centenario póstumo de Porfirio Díaz, a quien la historia oficial y de bronce sepultó en la basura e impide el análisis sereno de sus largos años en el poder, sus contribuciones, errores evidentes (tiranía, dictadura, explotación) y que sus restos abandonen el mausoleo afrancesado de Montparnasse para que descansen con el juicio (sumario, pero cimentado) de su legado.
Los claroscuros del régimen porfirista son innegables. Sin embargo, prevalece la negrura en la apreciación retrospectiva. Señalo un par de aportes preteridos por el matiz ocre del soslayo, olvido deliberado cuando se ajustan cuentas de 35 años de gobierno: en abril de 1910, Justo Sierra presentó la ley constitutiva de la Escuela Nacional de Altos Estudios y el 26 del mismo mes el proyecto para la fundación de la Universidad Nacional Autónoma de México. El segundo dato: hoy que el Palacio de Bellas Artes celebra su octogésimo aniversario y auspicia dos exposiciones espléndidas de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti está borrado de la memoria histórica que el inmueble empezó a construirse en 1904.
Daniel Cosío Villegas escribió un ensayo esclarecedor sobre el régimen porfirista. Lo hizo cuando el ardor revolucionario del país tenía bonanza y el nacionalismo adeptos ideológicos. Con prosa atrevida, análisis equilibrado y escalpelo histórico, Cosío escaneó esa época. Díaz no quedó tan mal parado, como muchos detractores, cronistas de cebo e historiadores de hojalata construyeron para un individuo cuyo nombre desapareció de escuelas, calles, avenidas… y aún transita por las rúas del país y los 20 mil kilómetros de vías ferroviarias construidas para su eslogan favorito: paz, orden y progreso.
EMBAJADAS DE CUBA Y EU
Seis décadas de conflicto ideológico empiezan a tener cauce sensato en un mundo que necesita tranquilidad. Los presidentes cubano y estadunidense, Raúl Castro y Barack Obama, se quitaron los forcéps, ataduras de la guerra fría, y decidieron normalizar el entendimiento entre ambas naciones; una, pequeña, combativa, guapachosa; la otra, fatua, poderosa e inmensa.
Como generación es un buen signo que las antípodas se den la mano. Las razones son varias. Por ejemplo, el régimen cubano está envejecido y sus líderes pronto estarán en otra galaxia (donde quizá no puedan ya exportar ninguna revolución); y Obama, como el primer presidente negro en esa potencia hegemónica, ejemplifica un cambio, un gozne para que el aire circule en las arterias escleróticas del imperialismo caduco.
GRECIA
Un país pequeño, de apenas 10 millones de habitantes puso en jaque al sistema financiero mundial con su decisión moratoria. No pagó un crédito al Fondo Monetario Internacional, regentado en su versión europea por Ángela Merkel, canciller alemana. Los helenos poseen patentes de la filosofía, la democracia, el teatro, las olimpiadas y una gran porción de las lenguas romances. Insuficientes para un perdón financiero, que provino de la corrupción en muchos sentidos. La cuestión es que la presión leonina de la zona europea pegó en lo mínimo que tienen los ciudadanos de esa isla. Hay suicidios, desempleo, intranquilidad pública, pérdidas de ahorros. Y no la conmiseración esencial de Alemania, que perdió dos guerras, pagó sus tropelías, pero recibió apoyos de las potencias ganadoras para que recuperara su solvencia.
COLIMA
La elección pasada es oportunidad única para pensar lo nuevo con criterio distinto. Vencer las inercias, rutinas, pensamiento burocrático. Quienes ganaron y perdieron tienen desafíos para encauzar las inconformidades, aciertos, errores y proyectos. La ejecución de ideas innovadoras pasa por el escrutinio de conductas que identifiquen los diques del gatopardismo colimense, aquel que objeta, traba, azolva las iniciativas.
EL GOBIERNO MÁS EFICIENTE…
El gobernador aún no aterriza sus logros ficticios como administración más eficiente del país. Levitando en otras realidades, adquiriendo premios en el mercado de los elogios, llega a Colima con la realidad de protestas magisteriales (armadas desde donde se vea), becas estudiantiles aún no pagadas, pensiones a adultos mayores sin entregar desde hace diez meses y, lo más delicado, sin dinero para pagar las quincenas laborales. Y una deuda inmensa… no solo financiera, claro está. Lo bueno es que, por fin, “ahora ya está directamente” a cargo de las finanzas.
ASÍ ESCRIBO: HERNÁN LARA ZAVALA
Escribir es un acto de comunicación contra uno mismo. Soy el tipo de escritor que necesita estar solo para concentrarse. Mis amigos formados en el periodismo escriben donde caiga y en las condiciones más adversas, como lo exige la naturaleza de su oficio. Otros escriben en cafés. Se llevan su cuaderno, piden algo de beber, se instalan en una mesa del rincón e inician la tarea. (Revista nexos).
