Colima.- El diputado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Mariano Trillo Quiroz, durante la sesión ordinaria de este miércoles presentó al pleno del Congreso del Estado, una iniciativa con proyecto de decreto que “prohibiría expresamente la celebración de espectáculos públicos en los cuales se maltrate, torture y prive de la vida a toros, novillos y becerros, así como las peleas de gallos en todo el territorio del Estado de Colima”.
Dichas prohibiciones propuestas por el legislador se realizarían a través de la modificación del párrafo segundo y la adición de un párrafo tercero al artículo 35 de la Ley para la Protección a los Animales del Estado de Colima.
Durante su intervención en el Congreso local, Trillo Quiroz expuso la salvaje tortura a que son sometidos los toros durante las actuales corridas, a quienes durante aproximadamente veinte minutos se puya destrozándoles las cervicales, se les lesiona con tres pares de banderillas que horadan su carne a cada movimiento y se le da el estoque, con una espada de 80 centímetros, que suele penetrar repetidas veces en el cuerpo del animal destrozándole los pulmones y ahogándole con su propia sangre.
En la exposición de motivos de la iniciativa, Mariano Trillo señaló que dicho espectáculo está basado en la tortura, el dolor y el ensañamiento con el toro, así como en el desprecio hacia los derechos de los animales. Además de que con la realización de este cruel acto se transmiten valores negativos a la sociedad, tales como el uso injustificado de la violencia, el enfermizo disfrute con la tortura y el maltrato animal.
El diputado local del Partido Verde, en la lectura del dictamen que busca prohibir las corridas de toros en la entidad colimense, destacó que “las tradiciones que no aportan más que violencia, no deben preservarse y por tanto deben ser eliminadas”.
Al final de su exposición comentó que «finalmente el compromiso ambiental con los animales es una tarea que va más allá de la preservación y rescate de especies amenazadas o en peligro de extinción, ya que debe incluir también el cuidado y respeto a aquellos con los que convivimos diariamente, desde los animales domésticos hasta aquellos animales silvestres en cautiverio y aquellos que errónea e innecesariamente usamos en espectáculos públicos».
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