El «número dos» del Jemer Rojo pide investigar la implicación de EEUU y Vietnam en el Holocausto

El «número dos» del Jemer Rojo, Nuon Chea, pidió hoy al tribunal internacional que le juzga junto a otros tres dirigentes del régimen acusados del Holocausto, que investigue el papel de Estados Unidos y Vietnam en la muerte de unos dos millones de camboyanos.

La solicitud de Chea, considerado el ideólogo de la organización ultranacionalista y de corte maoísta que por espacio de casi 44 meses dirigió el país indochino, fue hecha durante la ultima vista del primer tramo del proceso que comenzó el pasado lunes, en Phnom Penh.

«Muchas de las decisiones (del Jemer Rojo) fueron adoptadas como consecuencia de las políticas vietnamitas», argumentó Victor Koppe, abogado del lugarteniente de Pol Pot, el máximo líder del Jemer Rojo y fallecido en 1998 sin haber sido juzgado.

La defensa de Chea sostuvo que los bombardeos en suelo camboyano llevados a cabo por la fuerza aérea estadounidense entre 1969 y 1975 para destruir los refugios comunistas durante la guerra de Vietnam y su impacto en la población deben ser indagados «de forma apropiada»

Durante la contienda, las tropas regulares de Vietnam del Norte y la guerrilla del «Vietcong» introducían a sus combatientes armas y avituallamiento en Vietnam del Sur por el llamado sendero de Ho Chi Minh, un entramado de caminos abiertos entre la densa jungla de la franja fronteriza de la vecina Camboya y también de Laos.

Según el reglamento interno, el Tribunal auspiciado por Naciones Unidas tiene jurisdicción para investigar los hechos acaecidos desde el 17 de abril de 1975, fecha en la que el Jemer Rojo entró en Phnom Penh, y el 6 de enero de 1979, cuando la cúpula de la organización huyó de la capital hacia la frontera con Tailandia ante el avance de las tropas de Vietnam que invadieron Camboya.

Diferente fue la postura del expresidente de aquel régimen que el Jemer Rojo llamó Kampuchea Democrática, Khieu Samphan, quien ofreció su colaboración al tribunal internacional para esclarecer la verdad de los crímenes cometidos mientras estuvieron en poder.

Samphan, quien tras el Acuerdo de Paz de París firmado en 1991 fue de nuevo la cabeza visible del Jemer Rojo, señaló que su oferta de colaborar obedecía a su deseo de que los camboyanos «hambrientos por entender qué pasó» sepan la verdad.

«Yo no tengo conocimiento sobre todo pero intentaré desde el fondo de mi corazón que la verdad sea totalmente revelada», aseguró en una intervención en la que leyó un escrito.

Con Samphan y Chea, se sentaron también en el banquillo el que fuera ministro de Asuntos Exteriores del régimen, Ieng Sary, y su esposa y por entonces ministra de Asuntos Sociales, Ieng Thirith.

Los procesados, de entre 79 y 85 años de edad, están acusados de genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra, asesinato, tortura y persecución por razones religiosas y de raza, cargos que los cuatro rechazan.

Las primeras cuatro vistas de este juicio que según los expertos pude alargarse unos cuatro años, estuvieron dedicadas a cuestiones legales que abren la vía a la presentación de evidencias y testigos, una fase que está previsto comience el próximo septiembre.

Las parte civil y la defensa de Ieng Sary pidieron, sin embargo, una nueva sesión de la audiencia inicial que podría tener lugar en agosto.

Durante las sesiones anteriores, la defensa aseguró que los cargos de asesinato, tortura y persecución religiosa han prescrito según el Código Penal camboyano de 1956, vigente durante el régimen del Jemer Rojo.

El equipo que defiende al que fuera jefe de la diplomacia del Jemer Rojo, una función reducida a contactos con la Yugoslavia del mariscal Tito, con la China de Mao Ze Dong y algunas reuniones en París o en la sede la ONU en Nueva York, también sostuvo que los crímenes han prescrito.

Además la defensa de Sary calificó de «vulneración» del derecho de su cliente por el hecho de que el tribunal quiera juzgarlo tras haber sido amnistiado por el Gobierno de Camboya a raíz de que se entregara en 1996 junto a varios de los regimientos del Jemer Rojo con mayor capacidad militar.

Sary y también Pol Pot fueron condenados en rebeldía en 1979 por un tribunal establecido en Camboya tras la caída del Jemer Rojo.

Mientras, los abogados que representan a las víctimas trasladaron al tribunal las peticiones de compensaciones colectivas y morales, monumentos conmemorativos y la realización de programas de memoria histórica, educación y tratamiento psicológico.

Este es el segundo caso que juzga el tribunal desde que empezó a funcionar, en 2006.

El primero en ser juzgado fue Kaing Guek Eav, conocido por Duch y director de la prisión convertida en la principal cámara de tortura, en la que murieron unas 16.000 personas.

Duch fue condenado en 2010 a 35 años de prisión, una pena que al final quedó reducida a 19 años tras descontarse el tiempo de reclusión cumplido.

Fotografía cedida por la Cámara Extraordinaria de la Corte de Camboya en la que aparece el ex vicesecretario del partido comunista de Kampuchea Nuon Cheahoy, jueves 30 de junio de 2011, durante una audiencia pública en Phnom Penh (Camboya).

Con información de EFE

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