El partido político de Theresa May pide su dimisión

El acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido no llega: hace casi 3 años que los británicos votaron por mayoría, el 52% a favor, de que se produjese el divorcio entre Londres y Bruselas. Sin embargo, el divorcio no ha llegado y lo único que ha habido han sido prórrogas: los ciudadanos quieren soluciones, y los conservadores, el partido político en el gobierno actualmente, piden la dimisión de su representante, Theresa May, Primera Ministra del Reino Unido.

Más de un político conservador decidió abandonar su partido al no estar de acuerdo con las estrategias y movimiento de May, y ahora, los que siguen en el partido conservador, presionan a May para que abandone el partido. Y es que el divorcio entre ambas partes tenía como fecha límite el 21 de marzo, pero por falta de acuerdo, se ha ampliado hasta el 31 de octubre: una nueva prórroga que deja en evidencia la falta de estrategia firme y efectiva de Theresa May, y que solo alarga una situación que extiende el descontento social.

Tanto conservadores como el Comité 1922, liderado por Graham Brady y formado por los diputados conservadores que no forman parte del Ejecutivo, no quieren que May acepte una unión aduanera entre Londres y Bruselas: algo que apoya la oposición del gobierno conservador británico, el Partido Laboralista: un partido con el que Theresa May también está negociando para obtener apoyo en las negociaciones con Bruselas. Respecto al Partido Laboralista, estos tampoco están muy satisfechos con May y con cómo está haciendo las cosas: en cada aparición pública arremeten con la falta de soluciones.

Las posiciones respecto al Brexit son muy diversas. El ex Primer Ministro británico Tony Blair es partidario de que su país siga formando parte de la UE. Hace un llamamiento a los ciudadanos británicos para que, en caso de no querer votar a la oposición, se decanten por partidos pro europeos, partidos que defiendan que Londres y Bruselas sigan unidas.

Olly Robbins, negociador jefe del Brexit del Reino Unido, visitará los organismos de la UE en Bruselas para discutir los cambios en la declaración política sobre el futuro de Londres y Bruselas y sus relaciones, siendo las relaciones comerciales entre ambas partes las que más problemas están dando.

La libra es el instrumento financiero más afectado desde que comenzaron las negociaciones. Tal es su volatilidad que la mayoría de los inversores prefieren centrarse en operar en otros instrumentos financieros, como el trading en índices. Si Londres y Bruselas finalmente se separan, la calma podría volver a la libra cuando ambas partes cierren acuerdos que beneficien a ambas partes.