Ginebra.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que, al corte de este 23 de julio, el mundo alcanzó los 15 millones 12 mil 731 contagios y 619 mil 150 muertes por COVID-19, principalmente en América.

El continente americano está a punto de llegar a los 8 millones de casos, pues actualmente concentra 7 millones 948 mil 513 casos y 317 mil 962 muertes.

Estados Unidos concentra 3 millones 868 mil 453 casos, Brasil 2 millones 159 mil 654, India un millón 238 mil 635, Rusia 795 mil 38, Sudáfrica 394 mil 948, Perú 362 mil 87, México 356 mil 255, Chile 336 mil 402, Reino Unido 296 mil 381 e Irán 281 mil 413.

Por número de muertes, destaca Estados Unidos con 141 mil 479, Brasil con 81 mil 487, Reino Unido 45 mil 501, México 40 mil 400, Italia 35 mil 82, Francia 30 mil 60, India 29 mil 861, España 28 mil 426, Irán 14 mil 853 y Perú 13 mil 579.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, titular de la OMS, destacó que casi 10 millones de casos, de los 15 millones totales, están ubicados en 10 países, y casi la mitad de todos los casos reportados se ubican en tan solo tres países: Estados Unidos, Brasil y Reino Unido.

“Como hemos dicho anteriormente, el liderazgo político y la participación de la comunidad son los dos pilares vitales de la respuesta.”

Consideró que los gobiernos pueden usar es la ley para proteger la salud y los derechos humanos de sus poblaciones, sin que esto signifique forzarlos.

Por otro lado recordó que ayer, la OMS, el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y la Universidad de Georgetown lanzaron el Laboratorio de leyes COVID-19, una base de datos de leyes que los países han implementado en respuesta a la pandemia.

Incluye declaraciones de estado de emergencia, medidas de cuarentena, vigilancia de enfermedades, medidas legales relacionadas con el uso de máscaras, distanciamiento físico y acceso a medicamentos y vacunas.

“Leyes bien diseñadas pueden ayudar a construir sistemas de salud sólidos; evaluar y aprobar medicamentos y vacunas seguros y efectivos; e imponer acciones para crear espacios públicos y lugares de trabajo más saludables y seguros.”

Por otro lado, destacó que las leyes mal diseñadas, implementadas o aplicadas pueden afectar a las poblaciones marginadas, afianzar el estigma y la discriminación y obstaculizar los esfuerzos para poner fin a la pandemia.

El titular de la OMS consideró que, algo más poderoso que aplicar la ley es dar a la población la información necesaria para protegerse y proteger a su comunidad.

“La mejor manera de suprimir la transmisión y salvar vidas es involucrando a las personas y las comunidades para administrar su propio riesgo y tomar decisiones basadas en evidencia para proteger su propia salud y la de quienes los rodean.”

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