BAJO EL SOL
Por: Carlos Aguirre
Hola, amigos, ¿Qué tal? Seguramente todos quienes me leen tienen la app de WhatsApp instalada en su teléfono y disfrutan estar conectados con el mundo a cada instante.
Reciben igual que yo, mensajes y tenemos la posibilidad de contestarlos a la hora que nos plazca, o de no hacerlo, si así lo decidimos. Las dos palomitas nos muestran si el mensaje ya se recibió y muchas veces podemos incluso, ver si ya se leyó su contenido o no se ha leído, según cambian o no de color las palomitas.
Si no se manipula la configuración, cuando el mensaje se lee por el destinatario, las palomitas toman un color azul.
Hay mensajes que nos motivan a estar al pendiente de si han sido o no leídos. Y vaya que se siente mal uno, cuando a pesar de ser leído no recibimos respuesta alguna, decimos que nos dejan en visto y eso, híjole, es una gran ofensa, una gran falta de atención o una premeditada grosería, una evidencia de la molestia o indiferencia de nuestro interlocutor.
¿Quién no ha sentido ese malestar e incomodidad de haber sido dejado en visto? Jajaja
Ese WhatsApp es sin duda, la mayor red social que funciona en la actualidad. Es el medio ¿de comunicación? -según yo- más usado y efectivo del planeta. Miles de millones de mensajes cruzan el ciberespacio todos los días, llevando y trayendo noticias buenas, malas y no tan buenas, o ni tan malas.
Comunicativos que somos, muchos pasan mucho de su tiempo pegados al teléfono, enviando y recibiendo mensajes, o viendo el Facebook, la otra gran red social, el famosísimo feis. ¿A poco no?
Seguramente, sigo hablando del whats, cada uno de nosotros formamos parte de uno o varios grupos de contactos. Que si el grupo de la secundaria, el de la prepa, el de la generación, el de la carnita asada, el del trabajo, el de los amiguis, de la jugada, del futbol, el de la inversión, el de las noticias y argüendes de accidentes y balaceados, de noticias, de política, etc. ¿Verdad que sí?
Muchos de esos grupos, solo son para enviar mensajes y no es posible interactuar a través de ellos, ¡Imagínense! ¿Qué desorden sería que todos pudiésemos opinar de una nota, por ejemplo? ¿O de otra opinión? Son unidireccionales, pues. La configuración de cada grupo es independiente de nuestras preferencias y generalmente las pone el administrador del grupo, que puede ser uno, o varios. Incluso hay grupos en que todos son administradores; a veces la configuración de duración de los mensajes cambia, según el humor de quien puede configurarlo. Desde luego, formar parte o no de un grupo de WhatsApp, también es opcional, nadie está en un grupo a la fuerza.
De todo hay en los grupos, aunque en la gran mayoría de ellos hay algo que es común, fíjense bien. En la mañana, aparecen muchos de los miembros saludando, deseando los buenos días para los demás miembros, parejo, dijimos para todos. Incluso, hay algunos que hasta bendiciones reparten, cual ministros de culto, es más, algunos dan más bendiciones que el mismo Papa.
No hay mejor manera de salir a la calle que lleno de bendiciones, ¿Sigo en lo cierto?
¿Y que tal durante el día? ¿Cómo funciona el grupo? Veo que muchos de los grupos, principalmente los de los amigos, los que no tienen un objetivo formal, digamos, suelen estar inactivos durante el día…si acaso, alguien que se levantó más tarde o que está en horario de descanso, o en una escapadita de la chamba, se asoma por ahí y saluda, aunque sea tarde. Solo entra al grupo y sin leer los muchos mensajes que tiene, solo saluda y se va.
El grupo se vuelve a activar en la tarde/noche, cuando ya estamos en el relax y a punto de cerrar el día, es el momento de agradecer a Dios por el día que termina y a los compañeros y amigos de los grupos, desearles buenas noches y que sueñen con los angelitos. De nuevo, reaparece el copiar y pegar, copy/paste, si se fijan en las mañanas y en la tarde/noche, la mayoría de los mensajes son reenviados. Incluso a veces, son reenviados en el mismo grupo, señal de que no vemos lo que recibimos y a veces tampoco vemos ni lo que enviamos.
En muchos grupos de WhatsApp, cada quien trae su royo, cada quien está en lo suyo, como aquel juego de Juan Pirulero, ¿recuerdan? Este es el juego de Juan Pirulero, que cada quien atienda a su juego.
Muchos de los miembros, copian y pegan, repiten mensajes y no se dan cuenta si en el chat hay un tema en discusión, algún tema en los comentarios, si hay alguna pregunta que alguien hizo y espera respuesta, parece no ser de interés, algunos miembros llegan, saludan…y se salen. Así, como Juan Pirulero, cada quien atiende a su juego. La comunicación así, no es efectiva, de modo que las redes sociales no son a veces muy efectivas comunicando, ¿Verdad? Son medios de expresión, no de comunicación…creo. ¿Qué pasaría si no estuviera la opción copiar y pegar, o la de reenviar? ¿Tal vez nos comunicaríamos más? Saaabe.
Son cosas que a veces se me ocurren, solo a veces.
Nos vemos pronto, bajo el sol.