Las redes sociales han permitido ampliar las voces en conflictos políticos y catástrofes. El papel que desempeñó Internet en los disturbios en Haití son sólo una muestra de las herramientas que proporciona la Red a los ciudadanos: blogs, videos on line, pequeños mensajes de texto que se envían desde celulares o una computadora.
Sin embargo, Julian Assange no piensa lo mismo respecto al manejo de los cables de las embajadas estadounidenses, que tomó el nombre de #cablegate. El fundador de WikiLeaks cree que la edición y el análisis de la información sensible debe estar a cargo de miembros del sitio, activistas de los derechos humanos y periodistas .
«No trabajamos con la gran comunidad de la Web. Las redes sociales aparecen sólo después de que la historia se convierte en una historia y se convierten en un amplificador de lo que estamos haciendo», dijo Assange en una entrevista que se realizó por videoconferencia vía Skype con la revista Time .
Un anuncio progresivo. En las publicaciones previas que había realizado WikiLeaks, tales como los 390 mil documentos secretos sobre la guerra de Irak y 77 mil informes del Pentágono sobre el conflicto afgano , el sitio fundado por Assange había recibido críticas por el manejo irresponsable de la información que tenía a su disposición.
Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras acusaban a WikiLeaks de haber expuesto y arriesgado de forma innecesaria la vida de personas involucradas en conflictos bélicos, tales como informantes o colaboradores.
«Un medio de comunicación compromete su responsabilidad en lo que publica y difunde», dijo Reporteros sin Fronteras en un comunicado publicado en agosto pasado . «En esta perspectiva, ¿es condenable recordar que la información proporcionada por Wikileaks puede ser utilizada por los talibanes y servir como justificación para represalias?», se preguntó la organización ante las críticas que recibió por objetar el manejo que tuvo WikiLeaks con los documentos sobre el conflicto en Afganistán.
En esta ocasión, WikiLeaks ha sido más cauteloso, y el sitio dedicado al #cablegate ha publicado de forma progresiva los cables que han sido tratados por los medios de comunicación involucrados: The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, El País y Le Monde.
«Unos 30 periodistas con dedicación exclusiva, entre ellos un puñado de corresponsales internacionales que vinieron a Madrid para apoyar la investigación, y un equipo técnico de desarrollo para generar algoritmos de búsqueda que nos ayudaron a discenir y analizar la documentación», le dijo a lancion.com Gumersindo Lafuente , máximo responsable de elpais.com. «A medida que El País, y los otros cuatro medios, publicamos nuevos datos se va liberando información cruda en WikiLeaks», agregó.
El amplificador social. Los trending topics de Twitter, el indicador de los temas más candentes o tratados dentro de la plataforma de microblogging, tuvo a Julian Assange y cablegate como términos destacados más mencionados por los usuarios del servicio.
WikiLeaks, por su parte, promueve que la información disponible en su sitio sea compartida mediante el uso hashtags en Twitter, bajo la etiqueta #cablegate o, en caso de desear ser más precisos, con el identificador del cable diplomático en cuestión. Asimismo, cuenta con un perfil en la plataforma de microblogging, con la cuenta @wikileaks .
A su vez, cuenta con una página oficial en Facebook , que durante un período estuvo dada de baja sin mayores explicaciones por parte de la red social. Sin embargo, al momento se encuentra disponible y cuenta con más de 265 mil seguidores, con una activa participación de los usuarios de la plataforma en las publicaciones que realiza WikiLeaks.
