El Ejército de Japón podría expandir su rol y sus misiones en todo el mundo según las nuevas directrices en defensa acordadas por los gobiernos de Tokio y Washington, las cuales deberían ser reveladas el lunes y podrían incomodar a Pekín.
Un asunto clave en la agenda del primer ministro japonés, Shinzo Abe, en su visita a Estados Unidos esta semana, las directrices son parte de un plan para demostrar que Japón está dispuesto a asumir más responsabilidades por su seguridad, en momentos en que China moderniza sus fuerzas armadas y pone a prueba su influencia en Asia.
El conservador líder japonés, que tiene previsto reunirse con el martes con el presidente estadounidense, Barack Obama, posiblemente buscará nuevas garantías de que el país norteamericano asistirá a Japón en el caso de un enfrentamiento con China, según dijeron expertos y políticos nipones.
Se trata de la primera renovación de las directrices de cooperación en defensa entre Estados Unidos y Japón desde 1997, y reflejarán el mayor cambio en décadas en la política de seguridad japonesa.
Las actuales directrices se centran en la defensa de Japón en «situaciones en áreas que rodean» al país asiático – en una interpretación amplia respecto a un posible conflicto con la Península Coreana -, lo que implicaba que el Ejército nipón era relegado a otorgar a las fuerzas estadounidenses un «respaldo secundario».
El nuevo plan posiblemente expandirá el alcance geográfico de la cooperación e incluirá aspectos como la ciberseguridad y el contraterrorismo, de acuerdo a un reciente artículo de Adam Liff, miembro del Princeton-Harvard China and the World Program.
Se espera que las nuevas directrices sean reveladas cuando el secretario de Estado John Kerry y el secretario de Defensa Ash Carter se encuentren el lunes en Nueva York con sus contrapartes japoneses, Fumio Kishida y Gen Nakatani, respectivamente.
Horas antes del anuncio, una multitud de unos 800 manifestantes se congregó fuera de las oficinas del despacho del primer ministro en Tokio, coreando eslóganes en contra de la medida, de acuerdo a los organizadores de la protesta.
Abe se reunirá con Obama el martes en la Casa Blanca y, en un evento inédito, ofrecerá un discurso ante el Congreso estadounidense el miércoles.
