Colima.- Cuando pretendía entregar uniformes gratuitos a casi 25 mil niñas y niños de educación preescolar, la Secretaría de Educación estatal detectó un problema serio de sobrepeso y obesidad.
Y es que a cerca de 850 niños y niñas no les quedaron los uniformes que se anunciaron por parte del Gobierno del Estado como una medida para apoyar la economía de sus familias.
De acuerdo a Óscar Javier Hernández Rosas, secretario de Educación, se reportaron tallas distintas a las que tienen los menores, y las reales, en algunos casos, hacen imaginar que corresponden a estudiantes de secundaria.
“Es un foco de alarma pero no porque no tengan uniforme, sino porque tenemos un problema de salud pública. Nos fuimos encontrando en los preescolares que los niños de cinco años usan talla 10, deben usar cuando mucho talla seis”.
“Hay algunos niños de preescolar que son talla 12, nadie se puede imaginar que un niño de preescolar deba usar una camisa de un niño que está en secundaria, ese es el verdadero fondo que tenemos”.
El resto de los casi 25 mil niños ya recibieron su uniforme, pero el trabajo, afirma el funcionario, comienza ahora con los 850 niños.
El problema no será entregarles uniformes de su talla, que ya están en proceso y tendrán un costo extra de aproximadamente 200 mil pesos, sino atender el sobrepeso y la obesidad que padecen.
“Nos estamos poniendo de acuerdo con la Secretaría de Salud para estar en contacto con las familias de esos niños y empezar una estrategia para evitar que esa situación de sobrepeso y obesidad les pueda generar un problema grave en su salud que los haga enfermos crónicos y eso signifique un gasto permanente de la familia o del estado para atender esas situaciones”.
La Institución teme que estos menores pudieran estar en riesgo de padecer problemas de hipertensión o diabetes, por lo que se iniciará una estrategia para promover su salud. Mediante el programa Escuelas promotoras de ambientes saludables, se identificaron esta y otras situaciones “críticas” en los planteles educativos de educación básica.
Este programa se creó de manera conjunta con las secretarías de Salud y de la Juventud, y atenderá, en principio, la cultura de la nutrición, orientando a alumnos y padres de familia y delimitando los alimentos que se ofertan en los planteles.
“Estamos trabajando con un equipo de nutriólogos para trabajar esta cultura con los padres y madres de familia, estamos revisando el reglamento para acotar el tipo de alimentos que se pueden vender y sean sólo nutritivos, también trabajaremos una línea de activación física”.
Además, se aplicará un registro de peso y talla para detectar no sólo a los estudiantes que padezcan sobrepeso u obesidad, sino a los que tengan algún tipo de anemia.
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