Colima.- Tras haber sido diagnosticado con COVID-19 el pasado 25 de mayo el diputado local, Guillermo Toscano, fue puesto en cuarentena, no solo por el riesgo de su salud al padecer diabetes, sino por ser potencial contagio para las demás personas, pero este viernes 5 de junio publicó que nuevamente está repartiendo despensas y no ha informado si ya se practicó una nueva prueba que confirme no ser positivo.
Ese lunes 25 de mayo informó en sus redes sociales que desde el viernes anterior (22 de mayo) comenzó con los síntomas y fue hasta el lunes cuando fue informado como positivo.
Esto puso en alerta a todos los diputados y trabajadores del Congreso local que también fueron puestos en cuarentena pues apenas días antes de ser diagnosticado acudió a una sesión publica y por momentos se le vio sin usar cubrebocas y tampoco guardar la distancia.
Aunado a esto había convocado a los medios de comunicación a una rueda de prensa, por lo que cuando menos personal de 10 medios de comunicación fue puesto en cuarentena preventiva.
La actitud del diputado ha sido cuestionada en redes sociales pues habiendo sido un portador del virus Sars-COV 2, y si se toma en cuenta el día que dijo comenzar con los síntomas, este viernes se cumplen 15 días, uno después de cumplir su aislamiento.
«Seguimos en la lucha ante esta situación, comentarles que gracias a Dios me siento mucho mejor y con más ánimos de seguir ayudando a la gente, porque ante esta contingencia no nos podemos quedar cruzados de brazos», dijo en sus redes sociales.
«Yo viví esta enfermedad y comprendo lo difícil que es salir adelante de algo así, teniendo la experiencia en carne propia de no poder moverme y sentirme muy enfermo».
Precisamente por saber lo que implica la enfermedad es que usuarios de redes lo han cuestionado y calificado de irresponsable, señalan que no debe poner en riesgo a más personas y tampoco a él.
Esta actitud podría tener consecuencias legales pues el Código Penal del Estado en su artículo 212 señala lo siguiente:
TÍTULO SÉPTIMO
DELITOS DE PELIGRO CONTRA LA VIDA Y LA SALUD PERSONAL
CAPÍTULO I PELIGRO DE CONTAGIO (REFORMADO DECRETO 133, SUPL. 3, P.O. 73, 22 NOVIEMBRE 2016)
ARTÍCULO 212. Al que sabiendo que padece una enfermedad contagiosa, que a través de relaciones sexuales o por cualquier medio de transmisión, ponga en peligro la salud de otro, siempre y cuando la víctima no tenga conocimiento de esa circunstancia, se le impondrán de tres meses a tres años de prisión, y multa por un importe equivalente de cincuenta a cien unidades de medida y actualización.
