Desaparecidos: cuando lo importante es cuadrar las cifras

EL ARCÓN DE HIPATIA
Por: Saraí AGUILAR ARRIOZOLA

Hoy entendemos que, de verdad, él tiene otros datos. Y lo confirmó la renuncia de Karla Quintana a la Comisión Nacional de Búsqueda.

“Hoy he presentado al presidente mi renuncia al cargo de Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas. Dirigir la CNB, trabajar para mi país y para las personas desaparecidas y sus familias, construyendo un proyecto de Estado, ha sido un gran honor.” Así se dirigió Quintana en la red social X y mostró su renuncia.

Lo que no mostraba la escueta carta es la presión gubernamental tras ésta.

Apenas hace unas semanas el presidente López Obrador ha estado anunciando en sus conferencias matutinas que hay un despliegue nacional para la elaboración de un censo para confirmar si el número de desaparecidos que aparece en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) corresponde a la realidad.

Este censo encaja perfectamente con lo señalado por la revista Proceso referente a una reunión que el mandatario sostuvo con los 22 gobernadores de Morena y aliados, en la que les transmitió que “no confiaba” en la comisionada Karla Quintana, e instruyó que se apoyara a la Secretaría de Bienestar a realizar un censo para “corroborar” las cifras de desaparecidos pues le parecían infladas. Pues de acuerdo al número de personas desaparecidas registradas en el RNPDNO, de más de 110 mil personas, cerca de 40 mil se registraron durante su gobierno, superando las cifras del sexenio de Felipe Calderón.

Al parecer el presidente y su equipo no mintieron cuando alegaron no escuchar en la conferencia matutina referente al caso de Lagos de Moreno. No escuchan a la ONU cuando el año pasado llamó una vez más a México a adoptar e implementar con carácter de urgencia una Política Nacional para la Prevención y Erradicación de las Desapariciones.

Asimismo, exhortó a México a fortalecer de manera inmediata el sistema de protección a víctimas para garantizar la seguridad de sus familiares y acompañantes.

No escucha al Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), que ha señalado que de las personas que fueron reportadas como desaparecidas en el sexenio del morenista, hasta este miércoles, es de 43 mil 703 aún se desconoce su paradero.

Para el organismo conformado por 25 colectivos, si se promedian el número de personas que aún están desaparecidas entre los mil 705 días de gobierno, en este gobierno desaparecieron 25 cada jornada, que representan uno cada hora.

No ha escuchado a las madres buscadoras de México a las que les ha negado una reunión alegando que es “politiquería, publicidad y ese interés que tienen los medios de atacar al gobierno por cualquier cosa”, dijo.

Suena extraña esa percepción después de que recibió a la presidenta y fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina, Estela de Carlotto, en Palacio Nacional, quien ofreció un discurso en el que recordó la importancia de seguir cultivando la lucha por las personas desaparecidas en el país.

¿Otros datos? Qué más quisieran las familias, los seres queridos de los desaparecidos que no fuese real, que todo fuese un mal sueño, no la pesadilla que viven diario. Si fuesen politiquerías no habría madres muriendo asesinadas buscando a sus hijos, ni padres rogando que les entreguen sus cuerpos sin importar ya si viven o mueren. No hay números inflados, hay un horror que nos ha sobrepasado y sí es tan grande, señor presidente, que hasta usted lo ve más allá de lo humanamente real. El horror nos sobrepasó.

 

Columna publicada con la autorización de Saraí AGUILAR ARRIOZOLA