El volcán islandés, que ha interrumpido miles de vuelos con su pluma de cenizas, ha reducido significativamente su actividad, de acuerdo con la Oficina Meteorológica Islandesa.
En un vuelo hecho por un grupo de científicos sobre el cráter del volcán Eyjafjallajökul no se detectó ceniza este domingo, reportó la agencia.
Jonsson Thorsteinn, un meteorólogo islandés de esta oficina, dijo que «el volcán parece estar en reposo, la actividad ha disminuido durante los últimos dos días y por el momento no sale nada… excepto magma».
Por medio de una cámara de calor, las mediciones que los científicos realizaron revelaron que la temperatura en el cráter fue menor a los 100° C, lo que confirmó que el volcán sólo escupe vapor en lugar de ceniza, dijo Thorsteinn.
Steinunn Jakobsdottir, un geofísico de la Oficina Meteorológica de Islandia, dijo que «la actividad sísmica ha disminuido, todavía hay algunos ruidos pero son mucho más tranquilos».
Jakobsdottir dijo que los datos logrados después del sobrevuelo del domingo pasado les ha permitido concluir que los «temblores dentro del volcán siguen disminuyendo y está cerca de su nivel antes de la erupción».
Sin embargo, los científicos advirtieron que el volcán podría entrar en erupción de nuevo y que era imposible predecir cuándo.
«Todavía hay algo que pasa dentro, algunos temblores, es posible que podría estallar de nuevo, pero cuándo, es una pregunta que nadie puede responder», dijo Jonsson Thorsteinn.
La reducción de la actividad volcánica es una buena noticia para las aerolíneas comerciales y para los millones de pasajeros que tiene previsto volar en un futuro próximo.
El volcán que reposa debajo del glaciar Eyjafjallajökull, al sur de Islandia, hizo erupción a mediados de abril, provocando una densa nube de cenizas en la atmósfera y que alteró los viajes internacionales durante varios días.
La ceniza volcánica puede ser un serio peligro para los aviones, reduciendo la visibilidad, dañando los controles de vuelo y provocando finalmente que los motores fallen.
